La ruptura de José María Almoguera y Paola Olmedo, que se hizo pública en marzo de 2024, apenas nueve meses después del nacimiento de su hijo en común, Marc, ha sido una constante fuente de tensión. Carmen Borrego ha denunciado en repetidas ocasiones que no se le permite ver a su nieto, lo que ha generado simpatía hacia ella en ciertos círculos, donde se le ha visto como una abuela víctima a la que se le niega el contacto con su nieto.

Sin embargo, lejos de lo que Carmen Borrego ha contado en televisión y en diferentes entrevistas, Paola si está dispuesta a dejar a Carmen ver a su nieto. Esta postura va directamente en contra de la actitud que ha tomado Carmen, quien ha utilizado los platós de televisión para hablar sobre su situación y mostrar un perfil de abuela desesperada por ver a su nieto.

En este contexto, no obstante, muchos apuntan a que el verdadero interés de Carmen en el reencuentro con su nieto es más comercial que emocional. Una posible foto de la periodista con Marc podría valer en torno a 30.000 euros, una cifra tentadora para alguien que no ha dudado en monetizar su vida familiar en más de una ocasión.

carmen borrego   gtres
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Una foto de Carmen Borrego con su nieto Marc podría alcanzar cifras que rondan los 30.000 euros

No es ningún secreto que Carmen Borrego ha sabido capitalizar sus apariciones públicas. Desde la pérdida de su madre, María Teresa Campos, Carmen ha estado presente en diversas exclusivas y programas de televisión, donde ha hablado de su dolor, de las tensiones familiares y, más recientemente, de la imposibilidad de ver a su nieto. Aunque sus declaraciones han logrado generar cierta empatía, muchos en el entorno de Paola y José María creen que su motivación principal es el dinero.

La posibilidad de que Carmen Borrego acabe "en casa" de Paola para un reencuentro con su nieto bajo estas condiciones económicas ha hecho que muchos se pregunten si realmente la miembro de las Campos está más interesada en los beneficios mediáticos que en sanar sus relaciones familiares. Lo que podría ser una tierna reunión entre abuela y nieto ha quedado empañado por la codicia y las cámaras, un problema recurrente en la vida de los Campos.