En el Obrim fil de Xavier Sardà han hablado de la familia. De la que creamos cada uno de nosotros y de la que viene de serie, la que nos toca y la que nos toca de rebote cuando tenemos pareja. Pero aparte de familias, que también, de lo que se ha hablado en el excelente debate de los jueves en TVE es de relaciones, cuando menos, curiosas. Como la de Galu y Abel.

Abel y Galu. Él, indepe, ella, de Vox / TVE

A menudo se ha dicho que los extremos se atraen, que los polos opuestos ligan como el huevo y el aceite a la hora de hacer una buena mayonesa. Pero la salsa que ha salido de esta pareja es difícil de tragar, así de primeras. Pero ellos lo llevan la mar de bien, y bien que lo demostraron en el programa de Sardà. La particularidad de estos invitados radica en sus inquietudes políticas: él es votante de Junts y su país es Catalunya, y ella es española seguidora de Vox. Un indepe de cuajo, que ha estudiado en una escuela laica, y una estudiante de escuela religiosa que comulga con todo lo que pregonan los del partido ultra. Una combinación difícil de digerir, no para ellos.

Abel y Galu. Él, indepe, ella, de Vox / TVE

Se conocen desde que son niños, desde 1992, y no han tenido ningún problema en vivir su amor a pesar de estar situados en las antípodas del estrato político. Como pareja no han tenido nunca ningún problema, pero, evidentemente, y después de tantos años, como todo el mundo, han tenido sus discusiones y sus momentos críticos. Siempre, cuando ha habido encima de la mesa alguna cosa relacionada con lo que les separa ideológicamente. Por eso no miran a menudo las noticias, para no pillarse los dedos cuando uno diga blanco y el otro negro. Sin embargo, claro está, ser indepe y ser de Vox ha hecho que a veces, las cosas hayan estallado por los aires. Como el 17 de octubre del 2017.

Abel y Galu. Él, indepe, ella, de Vox / TVE

"Era evidente que aquel día alguna cosa pasaría", dicen. En el país, por descontado. Pero también en su pequeño mundo de dos. Iban los dos en un coche y discutieron por lo que pasaba. Ella cogió el coche y lo dejó a él en medio de la carretera de l'Arrabassada de Barcelona, con el perro, y sin llaves de casa. Boris Izaguirre, uno de los invitados, alucina: "¿Lo echó del coche"?. Y Laura Fa, otra tertuliana, maravillosa como siempre: "Bueno, siendo de Vox, aún suerte que no le echó del país".

Laura Fa / TVE

¿Hubo reconciliación? "Y tanto", dice Abel. Galu, sin embargo, le reprocha que "encima, después de llegar de casa de mis padres, pretendía que le llevara un tupper de fabada de mi madre"... Aquel día no hubo fabada, y después, tampoco es que haya habido muchos desencuentros. Simplemente, evitan la confrontación política. No discuten, no ven noticias susceptibles de conflicto... Como dice Fa, "estáis todo el día queriendoos". Y se abre un filón. Sardà y Víctor Amela verbalizan lo que todo el mundo piensa, pero nadie había preguntado todavía: ¿y en la cama, qué? "Dejad que respondan: ¿a la hora de ir a dormir, quién es dominante?", pregunta Sardà.

Xavier Sardà / TVE

Responde ella: "Los hombres ya sabéis cómo sois, las mujeres somos más calmadas. Si fuera por él, no tengo escapatoria, pero hay que hacer cosas en casa. A veces dices: 'el techo está muy sucio', y él: 'tía, estamos a otra cosa'". ¿Un indepe y una de Vox, enamorados? La prueba fehaciente. ¿El único momento del programa donde ha volado algún puñal entre ellos? Cuando Galu habla del suegro, "él es de aquellos independentistas radicales, radicales...", y la corta Abel: ¿"perdona, eh? ¿Me está diciendo una persona de Vox que soy radical?"... La mayoría vería del todo incompatible una diferencia como esta. En su caso, nada que no se pueda resolver limpiando el techo.