Un hotel de Melilla ha sido el escenario de la boda de Kiko Hernández y Fran Antón. La boda oficial, porque hace unos meses celebró una juerga en una sala de bingo de Madrid. Hernández no ha salido del armario, no. Lo ha reventado. Tras décadas en la televisión ocultando su vida personal (mientras destripaba la del resto de la humanidad), ha dado el paso y por la puerta grande: dice que ha sido gay toda la vida. Una declaración que ha dejado de piedra a todos los que lo conocían. El primero, a Jorge Javier Vázquez, que lo ha puesto a parir, dice que lo ha engañado durante 20 años. Otra que podría sentirse estafada sería la única chica conocida del tertuliano y colaborador, Patricia Ledesma. Con ella mantuvo una relación sentimental surgida en la casa de Gran Hermano, en el año 2002. Sin embargo, Ledesma no tiene la misma opinión que el presentador de Badalona. Ella sí que ha acompañado a Kiko en su gran día.
Visto con perspectiva, queda claro que aquel romance no era más que una estrategia para hacer carrera en televisión, cosa que Hernández ha conseguido con creces. De hecho, fueron los primeros concursantes en pedir la famosa "hora sin cámaras", un espacio de intimidad para dejarse llevar. ¿Qué pasaría en aquel dormitorio? Misterio. Porque hay otra declaración del flamante marido del actor Fran Antón que chirría: "Algunos se refugian en la bisexualidad para no definirse". Vaya. Sabía de lo que hablaba, no queda ningún tipo de duda.
Del amor al odio hay una línea muy fina. Y la traspasaron. Después de salir del concurso, el clan Ledesma empezó una guerra contra Kiko, y viceversa. Guerra, por otra parte, totalmente perdida. El tertuliano disfrutaba de horas y horas de televisión para destrozar a Patricia y a su madre, Encarni Manfredi, con su conocidísima misoginia y brutalidad dialéctica. Prohibió expresamente que pusieran imágenes de aquella edición del concurso, cosa que consiguió durante años. De la batalla se pasó al silencio, con una Patricia que rehizo su vida con otro señor, con quien se casó. También se separó de su madre, a la que no soportaba. Una ruptura que favorecía la reconciliación con Hernández, escena que presenciamos no hace mucho en el plató de 'Sálvame', con una llamada telefónica inesperada.
Patricia se manifestó con la salida del armario del colaborador, felicitándolo, y no se ha querido perder el bodorrio de 400 invitados. Es así como hemos podido volver a verla, a recuperarla para el imaginario popular. Y lo que nos hemos encontrado es una mujer muy cambiada, no tiene nada que ver con aquella joven de 'GH3'. De hecho, se diría que se ha transformado en otra famosa de la tele en horas bajas, Olga Moreno, ex de Antonio David Flores. Que Ledesma y Hernández ahora son best friends queda claro con el gesto de la exconcursante a redes: ha compartido la portada de Lecturas, que tiene la exclusiva del enlace, pero tapando las críticas de Jorge Javier. Le hace el trabajo sucio. Como han cambiado las cosas. Y las personas. Así es ahora Patricia, representante de una conocida marca de utensilios culinarios y embajadora de dietas.
La pregunta puñetera: sabía Patricia de la orientación de su ex?