Paul Gascoigne fue uno de los mejores futbolistas del mundo durante la década de los años 90. Centrocampista inglés de un talento descomunal, con un carácter irreverente y de enfant terrible, jugó en clubs de su país como el Newcastle o el Tottenham, además de la Lazio italiana o el Glasgow Rangers escocés, además de ser internacional 57 veces.

 

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Pero la estrella de Gascoigne se apagó. No por las lesiones, ni por la edad, ni por la retirada. Su afición a la bebida le llevó por el mal camino hasta llegar al alcoholismo y ver de muy cerca los infiernos. Cuando el diario "The Sun" publicó unas fotos suyas decrépito, con un cigarrillo colgando entre los labios, con un albornoz desabrochado y dejando entrever su estropeado y desnudo cuerpo, sonaron todas las alarmas de Gran Bretaña y del mundo del fútbol.

También se le vio con la cara llena de heridas o absolutamente demacrado, calvo y alarmantemente delgado por las calles del Reino Unido...

Pero 'Gazza', como se lo conocía popularmente, ha revivido de manera milagrosa. Parece ser que se ha dejado atrás su adicción al alcohol, la cocaína o los videojuegos, las visitas al hospital o los disturbios en los hoteles. Como mínimo, a juzgar por las imágenes que ha colgado en su cuenta de Instagram, donde se le ve con más kilos, sonriente, al lado de un jacuzzi, y enviando un mensaje positivo a sus seguidores disfrutando del buen tiempo de estos días en la Gran Bretaña:

Sus fans esperan que esta recuperación sea la definitiva.