La gran promesa del tenis femenino, la catalana Paula Badosa, se estanca deportivamente. No pasa por su mejor momento, ni mucho menos. Parecía que llegaba como un cohete, pero la pólvora se ha mojado. Eso sí, Paula se está convirtiendo en toda una celebrity. Se habla mucho más de su vida fuera del deporte, de su pareja, de sus redes sociales, de sus polémicas lingüísticas. Este último tema es quizás el más reciente, su desprecio permanente a la lengua catalana. La considera un dialecto menor e irrelevante. Lo dejó caer ella misma en una entrevista, pero por si a alguien no le había quedado clara su postura, sus redes acaban con la polémica. Tuitea y postea en dos idiomas, y ninguno de ellos es el de sus raíces. El catalán, arrinconado. Mejor en castellano e inglés, dónde vas a parar.

Paula no utiliza el catalán ni en días señalados, como el de su cumpleaños. Hace unos días cumplía 25 años, y en el agradecimiento a sus amigos y familiares, ni rastro de sus orígenes en Begur, en el Empordà. Ignora su cultura, por mucho que haya nacido en Manhattan y se vuelva loca por la rojigualda. Lo que es, es. Y Badosa cada día es menos catalana, o cuando menos, tiene poco respeto y estima por la gente de Catalunya. Sí, evidentemente: faltaría más que no pudiera expresarse como le salga del moño. Tiene tanto derecho como los catalanes y catalanas a sentirse ofendidos y distantes. Que no se extrañe si pasan de ella olímpicamente, incluso si alguien se alegra de las victorias de sus rivales. El respeto y el afecto hay que ganárselos, no son gratis.

Paula Badosa desconecta del tenis y de las derrotas en las Maldivas con Juan Betancourt

En todo caso, a Paula estas cuestiones le resbalan. No cambia ni un milímetro su comportamiento lingüístico, es un modelo comunicativo que ya ha quedado instaurado en sus plataformas. Lo volvemos a ver con las imágenes que ha publicado de su escapada a un paraíso como el de las Maldivas, donde desconecta del tenis y olvida todas las derrotas y decepciones de los últimos meses. Entre palmeras, playas increíbles y habitaciones de hotel con todo tipo de lujos, las derrotas parecen más soportables. Bien, y hacerlo en compañía de aquel al que amas, como su pareja: el guapo actor cubano Juan Betancourt. Están radiantes, sólo faltaría. Viajes así dan un poco de envidia, la verdad.

Paula Badosa y Juan Betancourt @paulabadosa
Paula Badosa y Juan Betancourt / @paulabadosa
Paula Badosa resort @paulabadosa
Paula Badosa en las Maldivas/ @paulabadosa
Paula Badosa piscina @paulabadosa
Paula Badosa en las Maldivas/ @paulabadosa

En la serie de imágenes que la tenista está subiendo a las redes, destaca una bien llamativa. Paula Badosa sin la parte de encima del bikini en la piscina privada de su habitación del resort y frente a un trozo de playa de aquellas de arena blanca y sensación de plenitud. Mira a cámara con gesto sugerente, con aire de estrella de las revistas del corazón. Una celebrity o una influencer no lo harían mejor.

Paula Badosa sin biquini Instagram
Paula Badosa sin bikini en las Maldives / Instagram

Badosa se marca un break. No sabemos si servirá para remontar el partido.