Cinco. La noticia podría acabar aquí. Cinco mil euros es la cifra que pidió la actriz a una marca que quería que los citara en su red social. Dos millones de seguidores en Instagram son muchos posibles compradores y ella se lo cobra en cash. La tarifa de la todavía mujer de Bustamante queda lejos de los 1500 € que pide Laura Escanes, que todavía está cursando 1º de Echevarría. Algunas marcas están locas pero no son tontas. Paula Echevarría tiene un oficio más allá de ser famosa. De vez en cuando hace de actriz. Además está estupenda a sus 40 años acabados de cumplir. Ser mona a los 21 no deja de ser una obviedad.
Clinc clinc. ¿Lo oís? Son los euros que le caen a la asturiana que mejor sabe rentabilitzar el fenómeno wannabe. Chicas que quieren ser echevarrías y que en lugar de mirar anuncios por la TV miran "momentos" que en realidad son spots. La ley que regula la publicidad fija incluso cuándo pueden durar las pausas para los anuncios de las cadenas de tele, pero no ha tenido tiempo de impedir que las redes personales nos bombardeen con publicidad encubierta y por lo tanto ilegal.
Gracias a eso, el instagram de Paula Echevarría se ha convertido en el top manta.