Paulina Rubio es una estrella un poco estrellada. La mexicana de 51 años conserva cierto aire de diva a venida a menos, cada vez más alejada de su mejor momento. Hace décadas que no protagoniza una gira por España y sus hits son ya de hace 20 años, como Ni una sola palabra que es de 2005. Pero ha reavivado en España gracias a haber tenido un hijo con Colate Nicolás Vallejo-Nágera y a hacer eventualmente de coach del programa de Antena 3 La voz. Ahora la sustituye Laura Pausini. Paulina tiene aires de diva, aquellas estrellas que siempre parece que vayan ebrias, que hablan de ellas en tercera persona y piden toallas y lirios en el camerino sólo por estatus. Pero es adorable. Y de tan antinatural que parece la han pillado de la manera más natural: cagando en la playa. Como Mercedes Milá que dice que el máximo placer es hacer caca dentro del mar, la mexicana lo hace en la arena:
Telecinco tenía las fotos y las muestra en su programa de fin de semana por la tarde, Fiesta. La siempre educada Ana Rosa Quintana lo produce y si a ella la han pillado en la playa con bikini y poca gracia, no puede evitar mostrar a la gran Paulina defecando en cuclillas cerca del mar y secándose el culo con piedras. Bien lisas, como guijarros, para no hacerse daño en el ano. Telecinco se zasca: "Paulina Rubio ha sido pillada por los paparazzi como nunca antes la habíamos visto. Una de las chicas más glamourosas de los años 90 ha dejado atrás su halo mágico para mostrarse como cualquier mortal, haciendo algo que sí, hace todo el mundo. La cantante disfrutaba de un relajante día en la playa en compañía de unos amigos cuando la mejicana tuvo la necesidad de alejarse del grupo. Paulina, creyendo que nadie la veía, se colocó entre dos rocas, se agachó y sí, hizo caca". Este es el vídeo, impactante:
Paulina Rubio parece que da besos al aire pero no. Sopla para alejar el mal olor.
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VÍDEO VERGONZOSO de Paulina Rubio en casa: "¿Borracha o colocada?
Paulina Rubio tiene unas maneras particulares. No por el acento sino por la cadencia, el ademán, el deje permanente de aturdimiento... Una forma de expresarse que a menudo hace pensar a su interlocutor que quizás acaba de tomar un tequilita de más. La cantante mexicana durante la pandemia hizo un espectáculo confinada. El show es mientras cantaba.
Recital de Rubio. Pero de momentos vergonzosos. Primero, equivocándose con una palabra que ha generado mucha mofa: "Yo me quedo en causa". Después por gesticular como ella hace, de manera exagerada. Pero en uno de estos arrebatos, se agacha la cabeza fuera de cámara, hace alguna cosa con un ruido extraño, y cuando vuelve a plano, se toca la nariz. Demasiado tentador para la red. No recordaba parte de las letras de sus canciones. Aquello sí fue una buena cagada.