Una cosa tenemos segura cuando abrimos la televisión para ver al súper Barça de Hansi Flick, que mínimo 3 goles veremos durante el partido. A los culés ya no les vale ganar por la mínima y cada vez que el Barça no gana de una diferencia considerable, parece que en el vestuario haya crisis. Este fin de semana ganaron tan solo 3-1 al Español y había gente que se ponía las manos en la cabeza. Realmente, eso es una buena noticia porque nos han acostumbrado a verlos golear como hace tiempo que no lo hacían. Lewandowski, Raphinha, Lamine Yamal, Dani Olmo... verlos a todos juntos es como ir a una fiesta de cumpleaños, sabes que siempre habrá algún regalo en forma de gol. Uno de los que más ha mejorado este año es Pedri, que se ha hecho de piedra y, ahora, en lugar de correr parece que vuele. Cuando el año pasado no podía encadenar dos partidos de 90 minutos, este año cualquiera diría que podría jugar dos jornadas el mismo día.
El principal protagonista del logro tiene nombre y apellidos: Hansi Flick. El alemán ha convertido a un equipo de parvulario en superestrellas y cuantos más goles marcan, más seria pone la cara. Al técnico no le valen tonterías y, aunque parezca un trozo de pan en la rueda de prensa, sabemos que tiene a todos sus jugadores dónde quiere. Mano dura necesitaba este Barça y eso es lo que está haciendo el entrenador. Las excusas del sol, la hora, la hierba... a las que nos tenía acostumbrados Xavi Hernández han quedado atrás y ha sido la solución ideal para este equipo de ensueño. ¿Quién hubiese dicho que un hombre que no habla ni catalán, ni ha sentido nunca los colores azulgranas conseguiría enamorar a toda la afición culé? Seamos sinceros, ni nosotros nos lo esperábamos, pero que se quede hasta jubilarse si continúa así.
Esta temporada el vestuario del Barça parece una cúpula, una familia feliz que sonríe cada vez más en las victorias del equipo. Todo el mundo que entra suma y se siente parte del grupo, una cosa muy complicada de conseguir. Los jugadores saben que tienen que rendir a su mejor nivel y si no preguntádselo a Pedri, que en la última entrevista que hizo explicó sus castigos. El futbolista fue al programa 'Martínez y hermanos', encabezado por el presentador Dani Martínez. Más allá de los aspectos técnicos, el canario se sinceró sobre los castigos de Flick, pero sorprendió más hablando sobre las multas de Xavi. Del alemán explicó que su castigo era simple: no jugar. Xavi, en cambio, prefería el método económico: "Con Xavi, lo que hacía era doblarse. Hay entrenadores que lo hacen por minutos, yo que sé, cinco minutos, cinco mil euros. Y así. Con Xavi por ejemplo, era 5.000 euros si llegas tarde y ya el siguiente doblas".
Todo el público se puso las manos en la cabeza, porque las cifras son de escándalo. Para ellos, en cambio, no lo parece. Para quién se preguntaba dónde iba el dinero, Pedri también lo respondió sin ningún problema: "En el Barça lo donamos después. En todos los equipos o se dona o se hacen comidas para hacer equipo". El futbolista fantástico y muy sincero explicando todos los secretos del vestuario del Barça. En esta profesión, casi como en todas, quedarse cinco minutos más agarrado a las sábanas puede llegar a salir muy caro. Ahora, mirando las suplencias actuales del Barça, ya sabremos quién es el más despistado a la hora de ponerse el despertador. Los castigos de Xavi eran duros para todos los futbolistas, pero Pedri cree que son peores los de Flick, no jugar. Nosotros cada vez que vemos al canario nos enamoramos más y más. Que no se le ocurra llegar cinco minutos tarde algún día importante que, aparte de él, también lo sufrirían los culés.