En la cuenta de Twitter de Pedro García Aguado tiene escrito: "Solo hacen falta tres palabras para que un sueño empiece". Probablemente no se refiera a las palabras "In", "Inde", "Independencia". En su web, se nos presenta a él mismo como mediador y educador, experto en prevención y tratamiento de las conductas adictivas, técnico para la prevención de trastornos provocados por el abuso de las nuevas tecnologías y mediador familiar.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Pero de un tiempo a esta parte, García Aguado parece que públicamente ha dejado de lado esta vertiente para adentrarse mucho más en la de agitador de masas unionistas y analista político beligerante con la causa soberanista. Incluso, le hace el trabajo a Albert Rivera, como se pudo ver en el acto España ciudadana, rodeado de otros simpatizantes televisivos del partido naranja como el colaborador de la Griso, Albert Castillón, a quien Justo Molinero mandó a hacer puñetas recientemente, o el presentador Santi Acosta.

El hermano mayor está muy agradecido e incluso ha llegado a asegurar que se rehabilitó de las drogas "gracias a España". Ahora, García Aguado se ha hecho eco de un vídeo que circuló ayer durante la Diada, de un vecino de la Diagonal de Barcelona que durante uno de los momentos de silencio como protesta por la situación de los presos políticos, hizo que sonara el himno español. El "mediador" considera a este hombre "mí ídolo", acompañando el tuit de emoticonos riendo, aplaudiendo y con las manos levantadas en señal de adoración.

Una mofa que le han echado en cara muchos usuarios que le cuestionan cómo puede ir por la vida pretendiendo mediar sobre conflictos, dando lecciones como psicólogo y vanagloriándose de su comprensión y diálogo, y al mismo tiempo, hacer escarnio de la situación de unas personas que están encarceladas y de la difícil situación que están viviendo también los familiares de los encarcelados:

Después de su hooliganismo, muchos se preguntan si Pedro García Aguado era en realidad, el más radical, cada vez que iba a ver a chicos conflictivos en su programa de tele.