Pedro Piqueras es el hombre por antonomasia de los informativos de Telecinco, su gran estrella. El aura del periodista albaceteño es enorme, fundamentada en una carrera de éxito en las principales cadenas de televisión y radio: TVE, Antena 3, RNE y Telecinco. Su ademán, serio y de supuesto rigor, es su tarjeta de visita. Una fachada, sin embargo, que no se corresponde con la realidad. Porque si se ha hecho popular desde el año 2006, cuando debutó en la cadena amiga, es por la utilización de adjetivos catastrofistas. Esta es su firma real. No es estrictamente culpa suya, cierto, sino un mal endémico de los servicios informativos de la casa: de informar, muy poco; de alarmar y confundir, mucho. Les ha funcionado durante largo tiempo, especialmente por el empuje de programas como 'Sálvame' o 'Pasapalabra'. Pero con el hurto del concurso por parte de Antena 3, el espejismo se desvaneció, perdiendo el liderato sin previsión de recuperarlo.
Sea como sea, la imagen pública del comunicador permanece inalterable, casi de piedra. Cuando Pedro mueve un músculo de su rictus se convierte en noticia planetaria. Por ejemplo, cuándo pasaron el vídeo ridículo de las tareas de desinfección en el metro de Bilbao, un verdadero desbarajuste. Tan patético y cómico que no pudo contener una risa histórica.
No es la única situación que es una pesadilla para el presentador: también las pasa canutas cuando tiene que recoger los pasos de los compañeros de 'Sálvame', que a menudo acaban el programa 'en todo lo alto', haciendo bromas, bailando o dando la palabra a colaboradores pintorescos o cutres. Cuando eso pasa, Piqueras sufre un cortocircuito y su cara refleja una mezcla de desconcierto, mala leche e indignación, traspasando la pantalla. La audiencia lo sabe y disfruta del espectáculo fugaz, claro: ver a alguien tan respetado a punto de perder los estribos es oro televisivo. Y que pase en el único espacio "serio" de la parrilla sólo añade gasolina al fuego.
Este tipo de situaciones han estado sobre la mesa durante el estreno de 'Los Teloneros', el programa de los colaboradores de Risto Mejide en 'Todo es mentira', Miguel Lago y Antonio Castelo. Su primer invitado, el conductor de Informativos Telecinco, que no se ha zafado y ha confesado que siente cuando vive una de estas situaciones. Ha lanzado pelotas fuera, claro está, sin hacer sangre con los compañeros (no como Ana Rosa Quintana). "No sé qué cara poner. Por ejemplo, cuando están bailando y yo tengo que dar una noticia sobre muertos por la covid. No pongo cara de odio ni nada así, como dicen en redes. Solo es la de pensar: que me den paso pronto, por favor".
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Demasiado benevolente y políticamente correcto, la verdad, porque todos sabemos que en aquel momento 'mataría' a Paz Padilla, Jorge Javier Vázquez o Anabel Pantoja, por ejemplo. Pero que se prepare: ahora que ha revelado el secreto, seguro que lo vuelven a poner a prueba. Y con más mala leche, que 'Sálvame' necesita audiencia. Estaremos atentos.