Hace tiempo que Pedro Ruiz no pisa un plató de televisión (17 años). Ni que va como entrevistado (2 años): "Cada año propongo tres o cuatro cosas y nunca me contestan en positivo. Hace un par de años que tampoco acudo a hacer entrevistas a la televisión, porque cuando el río baja sucio lo mejor es no bañarse". Son palabras del presentador catalán al diario El Mundo. Ruiz es uno de los últimos ejemplos de lo que se conocía como programas de autor, que tanto cuesta de ver en la televisión actual. Su La noche abierta, todavía se recuerda.
Ruiz no se casa con nadie, y a menudo, decir lo que pensaba muchas veces no gustaba a los que mandaban y tomaban decisiones, sean gobernantes o sean propietarios de cadenas. Enfant terrible, solo ante el peligro, mosca cojonera de muchos poderes establecidos, el presentador, actor, escritor y humorista ha comprobado que no muchos le han perdonado su lengua afilada.
Ahora, desde la barrera mediática, ha soltado algunas perlas sobre compañeros de profesión o del medio. Corrupción en TVE?: "no hay valor para destaparlo. No digo que existan 50.000 casos, pero unos cuantos seguro que los hay en todas ellas. Las televisiones públicas se han convertido en el NO-DO del gobierno de cada sitio". La televisión actual: "existe una gran crecida de la cultura del estiércol y cuanto más cede uno, más contratos tiene". Y entre los programas "moralmente pornográficos", el Gran Hermano de Mercedes Milá, de quién dijo que nunca dejaría que le entrevistara. ¿Y ahora?: "Yo a Mercedes Milá la tengo un afecto grande. Lo único que he dicho es que el formato que presentó en su día no me gustaba. Tengo derecho. Hemos tenido una relación de muchísimo cariño. Y es momento éste en el que estamos confinados para echar por la borda pequeñas acritudes".
No sale tan bien parado Jorge Javier Vázquez. El presentador de Sálvame es un ejemplo, dice, de los programas que tanto éxito tienen hoy en día, "Yo llevo un par de años sin hacer entrevistas porque las que se hacen no son entrevistas sino emboscadas. Nunca hablas con el que dirige el programa, sino con uno que lleva un pinganillo en el oído". Cuándo le ponen encima de la mesa el nombre de Vázquez, se pregunta. "¿Usted dirige el programa o sólo habla?. Porque claro con un pinganillo invadiéndote el cerebro eres la voz de tu amo. Si pones tu personalidad al servicio de un producto que no es demasiado digno, también eres responsable".