Bibiana Fernández ha sido la protagonista de la última entrega de Hormigas blancas. El espacio que Carlota Corredera conduce en Telecinco ha repasado la carrera profesional de la artista, y también su vida privada. De sus primeras apariciones televisivas con el sobrenombre de Bibi Andersen, a la Bibiana Fernández multidisciplinar que es ahora. Actriz, cantante y presentadora, la han reivindicado como una de las mujeres más queridas de toda España, que abrió la mentalidad del público, por su condición de transexual, cuando se hizo famosa a finales de los 70. La boda con el cubano Asdrúbal Ametller ha ocupado buena parte del programa. Un matrimonio que duró sólo tres años, del 2000 al 2003, y del cual él no ha querido hablar. Aunque lo han llamado expresamente por teléfono, se ha limitado a explicar que vive feliz en Miami con dos hijos pequeños. Pero más allá de la biografía de Bibiana, otro aspecto ha centrado la atención de los espectadores: el agrio enfrentamiento entre Núria Marín y Pelayo Díaz, que hacen de colaboradores.
Cuando hablaban de su historia de amor con Asdrúbal, la copresentadora catalana ha introducido otro tema de conversación: el estilismo de la actriz. "Con él llegó el lado choni que llevaba dentro, su segunda juventud llamó a la puerta. Chal de abuela, gafas de la ruta del bacalao, actitud de perdonavidas... La llevó por el peor camino de la moda", leía el guion que le tenían preparado. Unas palabras que han dejado al diseñador asturiano con mala cara y ganas de contraatacar. "Me parece un delito llamar choni a Bibiana cuando Núria lleva ese mono", ha estallado Pelayo después de escuchar lo que se decía de su amiga. La misma Corredera ha intervenido para intentar frenar el mal rollo en plató: "¡No, hombre! A mí me encanta el mono de Núria. Ella ha leído muy bien lo que le ha escrito el guionista. Me dicen que cojas número para reclamaciones a la directora". Pero la tensión ha traspasado la pantalla y se ha trasladado a las redes sociales. En pocos minutos, el estilista se ha convertido en trending topic número 1 en Twitter. Y Marín, que se ha mordido la lengua en la tele, ha respondido más tarde en su propio perfil.
Gracias por aceptar a una choni en el equipo, sois gente guay. ❤️
— Nuria Marín (@nuriasecret) Augusto 9, 2020
Dejando de lado el choque con la aranesa, Pelayo no ha estado muy a gusto en el programa. "Yo prefiero quedarme con la imagen de la Bibiana que conozco y no con la que veo en el documental", explicaba después de ver fotos y vídeos del pasado de su amiga. Y es que para la artista, recordar algunos pasajes de su juventud es doloroso, por las situaciones de rechazo que sufrió por su identidad de género. Una circunstancia que ella misma que ya dejó bien clara cuándo Telecinco le dedicó otro Hormigas blancas en el año 2007. Parece que los entró por una oreja y les salió por la otra, porque aun así han insistido con una nueva entrega sobre su figura. En este sentido, pocas cosas han cambiado en Mediaset.