Mientras el cadáver de Franco era exhumado, Jaime Peñafiel ha aprovechado para explicar una anécdota que tiene al dictador como protagonista. Al dictador, a su hija y a un destacado e histórico miembro del Partido Popular. Que a Franco le gustaba cazar no se le escapa a nadie. Organizaba sus cacerías y le mataban los pájaros para hacer ver que el hombrecillo tenía una puntería envidiable. E invitabaa sus amiguetes a coger la escopeta e ir a hacer unos tiros. Y el cronista azul por excelencia explicó en Todo es mentira una anécdota de un día que invitó a Manuel Fraga.
Estaban los dos gallegos disfrutando de una jornada de cacería, Fraga, "hasta con una pluma, como un tirolés, parecía que se había comprado el traje en una armería. Era una cacería de perdices, sinó, hubiera sido una tragedia, y le pusieron, fue un error, entre Franco y su hija. Él iba con su escopeta y se enceló con una perdiz; de pronto, la perdiz se cruzó delante del culo de la hija de Franco y Fraga disparó y le dejó el culo como un colador”. La hijísima, Carmen Franco, con su culo fascista hecho un cuadro por obra y gracia de uno de los palmeros mayores del dictador.
¿Qué hicieron? "Inmediatamente llamaron al médico y tuvieron que sacar los perdigonas uno a uno del culo". Una escena bufonesca y propia de La escopeta nacional. "¿Y cómo sobrevivió Fraga a eso"?, le preguntaron al periodista. La respuesta, marca de la casa:“lo que Franco dijo exactamente fue quien no sepa cazar, que no venga, pero lo dijo tan frío que Fraga se acojonó porque le podía haber mandado fusilar”. Con muchos otros a Franco no le tembló el pulso. Peñafiel, sin embargo, no resolvió las dudas de la colaboradora Elsa Ruiz: "¿Y tenía el culo blanco como su abuelo"?.