Penélope Cruz y Javier Bardem son sin dudas una de las parejas más queridas de España, aparte de longevas. No llevan precisamente poco tiempo juntos, a pesar de que cuando se conocieron por primera vez, la actriz solamente tenía 16 años, mientras que Javier Bardem tenía 24. El tiempo pasó y llegó el año 2008, cuando Penélope Cruz ganó el Oscar a mejor actriz por su participación en 'Vicky Cristina Barcelona'. Fue aquí cuando Javier Bardem finalmente se declaró y, según sabemos, la respuesta de ella fue “ya era hora”. Ha pasado mucho para ellos, pero siempre en buenos términos. Se conocieron hace 32 años, y ahora están casados y con dos hijos. Tienen a Luna, de 10 años, y Leo, de 12 años. De hecho el nombre de su hija es un homenaje al apellido del director Bigas Luna, quien dirigió la cinta “Jamón jamón”, una película erótica donde nuestros dos protagonistas se conocieron.
Tensión para Penélope Cruz y Javier Bardem, enfadados con un tercero
Pocas personas pueden gozar de tener una relación como la que tienen ambos, o al menos como la conocemos desde el punto de vista del público. Desde siempre se han mostrado como un matrimonio sin fisuras, quizá no perfecto, pero auténtico, y que demostraría ser capaz de mantenerse para toda la vida sin ningún problema. Pero ni ellos son capaces de salvarse de problemas que pueden sacudir los cimientos de la paz de cualquier relación.
En este caso, tiene que ver con el arquitecto Joaquín Torres, alguien que ya ha protagonizado escándalos cuando era colaborador de Espejo Público, aunque tuvo que dejarlo porque se le acusó de tener perfiles falsos en internet. En el caso de Penélope Cruz y Javier Bardem, el arquitecto tuvo la mala suerte de abrir la boca cuando estaba sobre el plató de Antena 3. En ese momento, Joaquín Torres se dispuso a hablar de uno de los proyectos arquitectónicos en los que había trabajado. Los que se lo encargaron fueron precisamente Penélope Cruz y Javier Bardem, que se molestaron con él cuando dijo esto en público.
El proyecto era una villa prefabricada en San Agustin de Guadalix, ubicada en la sierra de Madrid, la cual tuvieron que culminar tan rápido como fuera posible, porque existía desconfianza entre el arquitecto y la pareja, que, según Joaquín Torres, pensaban que él era el responsable de filtrar información privada a los medios o la televisión. Y fueran reales o no las acusaciones hacia el arquitecto, esto le costó su relación laboral con Penélope Cruz y Javier Bardem, que le pidieron que la villa se finalizara hasta que fuera estrictamente habitable. En cuanto a la decoración, se le pidió que se encargara solo de la necesaria, lo que les permitiera terminar antes, y así se cumplió. Si bien vale la pena especificar que para el arquitecto la reacción de la pareja fue injustificada, pues él considera que no ha dicho nada ofensivo.