Perder a Álex Lequio es el mayor golpe que ha recibido Ana Obregón en toda su vida. Ninguna madre está preparada para despedirse de su hijo, es antinatural. La presentadora ha tenido que hacer frente a este duro proceso. Y en su libro, ‘El chico de las musarañas’, revela con total sinceridad que no ha sido nada fácil. Aunque la han tachado de frívola y de jugar con algo tan grave como el suicidio, la madre del empresario desvela que tuvo dos intentos de suicidio, uno nada más morir su hijo. El último sucedió en Mallorca. “Sentí una infinita atracción hacia esas luces que flotaban en el vacío. Un salto y acabaría mi pesadilla. Un solo salto y estaríamos juntos eternamente”, escribe la madre de Aless Lequio. En aquel momento su padre todavía vivía, su madre ya había fallecido. Sin embargo, ni su padre ni la fundación de su hijo eran suficientes motivos para continuar viva. Quería saber si su hijo la esperaba más allá de la muerte.
“Sentía como si mi misión en esta vida ya hubiera terminado, y me llenaba de una felicidad inmensa ese saltito hacia ti”, asegura la actriz, que continúa explicando que “ya nada quedaba de la Ana alegre”, ni siquiera de aquella que posaba para la prensa “dando la bienvenida al verano a toda España”.
Rafael Amargo ha estado a punto de quitarse la vida
No es la única persona que ha atravesado momentos muy difíciles. Otro de ellos es Rafael Amargo, a quien han intentado destruir en este último año. Se encuentra en un proceso judicial por presunto tráfico de estupefacientes. El pasado mes de marzo fue detenido mientras representaba en Madrid su espectáculo. Según se filtró a la prensa, el bailarín se resistió a la policía y acabó en el calabozo.
Rafael Amargo no entiende que sucedió en su última detención. Él mantiene que es inocente. Se encuentra mejor, pero está siendo una etapa muy dura para él. Vuelve a los escenarios, aunque es algo que le ha costado bastante, ya que no se veía capaz. Se encuentra sumergido en una pesadilla a la que no le ve la salida. Todo lo que le está pasando lo llama “ciencia ficción”. “De la paliza se me ha quedado algún bultillo en la cabeza, que vamos a ver qué es. Dos costillas en el lado derecho que no han quedado bien y eso cuesta muchísimo de curar. Es muy doloroso por la respiración, imagínate bailando. Al defenderme, como estaba atado, lo único que me quedaba era morderle y no me acuerdo bien. Salí llorando porque no entendía”, ha dicho el bailarín en declaraciones a la Agencia Gtres.
Asegura que su familia también está sufriendo con todo esto, y no es justo. “La semana pasada estuve ingresado donde tengo mi expediente de salud mental. Es muy graciosa la historia porque estoy en la Universidad de Barcelona terminando el máster. Entonces estoy como un rato de terapeuta y otro de paciente”, ha asegurado. Rafael Amargo incluso ha pensado alguna vez en que no tenía salida: “Uno piensa muchas cosas y… yo soy un tío muy valiente pero hay momentos en los que pienso en quitarme del medio”, ha confesado el bailarín. Sus hijos es uno de los principales motivos para seguir adelante y demostrar su inocencia.