El coronavirus nos hará mejores, decían. Pero después de un año de pandemia las restricciones están haciendo una sociedad menos justa, menos humana y más rígida. Una derivada de tantos bares cerrados es que personas con incontinencia urinaria, de la tercera edad, o sencillamente seres humanos que quieren hacer un pipí, no tienen un lugar donde aligerarse. Barcelona es una gran capital con pocos WC públicos y a los peatones las pasan canutas si tienen una emergencia. ¿Qué pasa si es dentro de un supermercado? Tienen servicios. Con la excusa del virus le negaron el uso a uno de los mejores actores del país, el popularísimo Pep Cruz.
Pep Cruz no se muerde la lengua y llama a la cadena de supermercados por su nombre, Sorli. Y escribe: "Eran pasadas las 18h. En el SORLY de Marina 147. Compro por 24.29€. Pido para ir al WC. Tengo una urgencia, 72 años y alrededor todo cerrado. Se niegan. Suplico. Se niegan. Apelo a su humanismo. Se niegan. No puedo más. Se niegan. SORLY en contra de la 3ª edad. Lloro". Es una indecencia que se desprecie con esta desidia una persona, un cliente, que con 72 años no está dentro de la tercera edad pero se acerca. Cruz llora de rabia, de impotencia o de dolor en la vejiga. Añade:
Este es el Sorli de la discordia. En pocos minutos el actor ha sumado centenares de adhesiones a su indignación:
La más mínima humanidad exigía permitir acceder al servicio un hombre mayor que no tiene dónde mear. Sorli ofrecerá disculpas, segurísimo.