El gremio de actores no acaba de arrancar. Los datos oficiales de consumo cultural que ha ofrecido el CoNCA (Consejo Nacional de Cultura y las Artes) delatan que estamos lejos de recuperar los datos previos a la Covid, después del funesto año 2020 que fue la ruina total para el gremio. Muchos actores se tuvieron que reinventar, algunas actrices como Mercè Martínez explicaron que se tuvieron que poner a trabajar en una fábrica de componentes electrónicos. Ahora, pasada la pandemia, todavía hay problemas de trabajo. Lo denuncia Pep Ferrer, otro actor muy conocido y popularizado por TV3 a los culebrones Com si fos ahir, El cor de la ciudad o Secrets de familia (hacía un ludópata atormentado recordadísimo). Ferrer denuncia otra mala praxis dentro del gremio: los castings.
Pep Ferrer ha escrito una columna de opinión en El Nacional con el sugerente título El casting o el castigo para decir que a su edad y después de décadas de carrera, todavía le hacen pasar castings como si no fuera conocido. Y para abaratar costes en lugar de ser pruebas presenciales, los hacen enviar un casting, una prueba de cómo actúan, grabada expresamente. Y no hacen ni caso. Escribe Ferrer la mala experiencia de recibir la petición de un casting grabado: "Ahora el casting te lo tienes que montar tú con tu móvil y seguir las instrucciones de quien convoca: grabación en horizontal, plano medio, sin mirar a cámara y como más frontal mejor; para la presentación del actor, en vertical, para ver tu cuerpo en perspectiva -interpreto que quieren saber si estás delgado, gordo o pse".
Una serie, una película o una obra de teatro necesita un actor para hacer interpretar a un personaje adulto, un hombre maduro, y lo reclaman a las Agencias representantes de actores que tienen videobooks y fotos, pero no, hace falta una grabación expresa, recitando un texto. Pep Ferrer: "Llega el texto, lees, analizas y te preguntas qué querrán y como lo querrán, memorizas (con los años cuesta más), piensas como te puedes vestir, si llevar gafas o, no el peinado, intentando dar la supuesta imagen que quieren cuanto más masticada mejor. La escenografía: mesa, silla, sentado, de pie, el fondo neutral...... (una cantidad de trabajo), y para acabar de arreglarlo pedir a tu pareja que te dé la réplica, por favor". Muchos actores se verán representados en este show casero.
Sigue el relato con la barra de algunas productoras: "En principio la entrega era urgente, pero pasan dos semanas y todavía no te han dicho nada; con eso ya he llamado cuatro veces a mi representante por si tiene noticias. Y un día te llama y dice que has pasado el corte, vaya que la cosa todavía no está decidida, pero que tendrías que hacer otro casting la próxima semana. Empiezo a estar mosca porque se acerca el día y nadie tupía hasta que la repre me llama ¡para decirme que no haré el segundo casting porque definitivamente no me cogen, soy demasiado bueno! Alguien tiene una pistola a mano para dejarme un momento"?. Acaba denunciando la mala profesionalidad de algunos directores de casting, especialmente de Madrid, que ignoran a los actores, también y por supuesto los catalanes y que piden pruebas y pruebas que no están remuneradas y que son un coste, económicos y psicológicos grave para los actores: ¡"Abusan, ignoran que tratan con un material sensible, y no somos patatas! Se aprovechan de la precariedad del oficio, y eso duele. Una muestra de auténtica mala educación difícil de digerir. Compañeros, ganas de enviarlo todo al botavante y jubilarme". Una denuncia necesaria. Alguien lo tenía que decir.