Pep Guardiola se merece todos los reconocimientos que se le den. Y no sólo por la vertiente futbolística, que evidentemente, también. En este sentido, no ha habido ningún entrenador en el mundo que haya conseguido lo que él hizo en el Barça, 14 títulos de 19 posibles. Títulos... y estilo. El mejor Barça de la historia, sin ningún tipo de duda, superando incluso a su mentor y guía Johan Cruyff, en trofeos y en filosofía de juego.
Después, las Bundesligas con el Bayern y los títulos con el Manchester City, donde ahora entrena, y donde se le avista una larga lista de éxitos. Pero Guardiola es especial. Si en Manchester hay un special one, este es sin duda el de Santpedor y no Jose Mourinho. Y es especial por lo que hay más allá de su faceta como entrenador.
Tal y como se recoge en el excelente libro Cuaderno de Manchester. De cómo y con quién Pep Guardiola conquistó Inglaterra, de Luis Martín y Pol Ballús, el técnico dijo un día la frase "Antes que entrenador soy un ser humano. La Federación inglesa sabe que llevaré siempre el lazo amarillo, lo vean o no lo vean".
Estas palabras las dijo a raíz de la polémica por la sanción con que le amenazaron en Inglaterra prohibiéndole lucir lazos amarillos durante los partidos en recuerdo de Jordi Sánchez, Jordi Cuixart y el resto de encarcelados: "Esto no va de independencia, va de democracia. Deseo que los Jordi y el resto de políticos puedan salir, volver a casa con las familias y vivir la vida que se merecen". Un entrenador de fútbol mojándose como nadie por lo que cree y lo que defiende. Ya sólo por eso, Guardiola es especial.
Pero hay un tercer motivo para creer en su excepcionalidad: sus inquietudes culturales. Sin caer en tópicos, no es habitual ver a alguien tan ligado al mundo del fútbol ocupando su tiempo de ocio en conciertos, teatro, cine y lectura. Guardiola es un apasionado por su trabajo, los que lo conocen saben que su obsesión por la perfección y el trabajo es inimitable, pero su círculo íntimo también sabe que no hay nada que le haga más feliz que ir a ver musicales con su familia o, cuando puede, asistir a conciertos de sus grupos favoritos. Coldplay cuando estaba en Barcelona, con aquella banda sonora inolvidable cuando se ganaron los seis títulos en el 2009...
...y ahora, años después, muchos grandes nombres de la música que él mismo ha revelado. En una entrevista con el periodista Guillem Balagué para la BBC Radio, Guardiola y el entrevistador han hablado de música y de radio: "Me encanta la radio. Cuando estaba en Barcelona e iba a trabajar escuchaba cada mañana los talk show políticos. La radio te lleva a otros lugares".
De hecho, ha ido más allá al hacer una reflexión sobre medios... y algo más: "Un amigo mío me dijo que España necesita una BBC. El día que España tenga una, España será diferente". Aparte del toque implícito a los medios estatales, Guardiola ha dejado vislumbrar su vena melómana: "A veces, por una letra, otras por la melodía, una canción puede recordarte un momento increíble de tu vida". Guardiola le ha revelado a Balagué cuáles son las canciones de su vida. Y entre la elección, no podía faltar una de su gran amigo Lluís Llach: Amor particular.
"Es una de las mejores canciones de amor que he escuchado nunca. Cuando conozco a ingleses, me gustaría traducirles esta canción. Llach es una inspiración, una leyenda de Catalunya," dice de él. Un Llach a las antípodas políticas de Serrat, pero al mismo nivel en el Olimpo de la música. "Fiesta" siempre le recordará las fiestas mayores de su pueblo y su infancia:
Aparte de los dos cantantes catalanes, el resto de la playlist del técnico incluye cinco temas cantados en inglés. Alguno mítico como el 'Hotel California' de los Eagles ("me recuerda cuando me mudé a un piso compartido en Barcelona"), 'Your song' de Elton John ("uno de mis sueños es ir a un concierto suyo") o 'New York, New York,' de Frank Sinatra ("aquella ciudad es un lugar especial. Todo el mundo quiere volver"). Pero también, 'The healig day', de Bill Fay ("que escucho mucho cuando llego a mi casa, aquí en Manchester") o un icono del grupo por excelencia de Manchester de las últimas décadas, los Oasis, además, grandes seguidores citizens: 'Don't look back in anger ("me pone de muy buen humor cuando la escucho, es una obra maestra").
El título de la canción dice "No mires atrás con rencor". Sería bueno que se lo aplicaran muchos críticos unionistas cuando se llenan la boca de odio hablando de alguien como Guardiola, el talento personificado dentro de un campo de fútbol, y el juicio, el respeto y el amor por las libertades fuera de él.