Al mítico Jaume Creixell se le pueden hacer los homenajes que haga falta que cualquier excusa es buena. Él es el vivo ejemplo de la frase 'si no existiera, se le tendría que inventar'. Querido por todo el mundo que lo ha conocido y por aquellos que no han tenido el gusto, su naturalidad, la bondad que transpira y su estilo de vivir la vida apasionadamente -a veces, incluso, demasiado-, lo han hecho inimitable dentro del mundo del fútbol, y últimamente, de la comunicación.

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Después de jugar durante los años sesenta y setenta en diferentes equipos catalanes, su faceta más reconocida le llegó cuando pasó a los banquillos, entrenando a equipos como el Badalona, el Manlleu, el Sant Andreu o el Club Esportiu Mataró. Él mismo se define como un hombre chillón que odia perder. Y estas dos características se unieron ahora hace justo diez años en un partido donde precisamente era el técnico del equipo del Maresme.

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TV3

Diciembre del 2008: el Mataró pierde contra el Español B por 4 a 3 después de que el árbitro pitara un penalti injusto contra los de Mataró en los últimos instantes del partido. Creixell, visiblemente airado, se dirige a los periodistas para denunciar delante de las cámaras de TV3 que no irá a recoger la medalla que le otorgaba la Federación Catalana de Fútbol como premio a su trayectoria. Un momento televisivo único. Una frase para la posteridad que empezaba con "me he cansado de aguantar y no decir nada" y acababa con "¡Y si no tengo razón me la corto y me hago monja! Feliz Navidad a todo el mundo!":

Como decíamos, se podrían hacer homenajes a Creixell por lo que fuera. Se lo merece. En este caso, sin embargo, el homenaje ha sido para celebrar, precisamente, los diez años de este instante único. Lo han hecho en el programa Què t'hi jugues, de la Cadena SER, espacio radiofónico donde colabora regularmente al lado del periodista Sique Rodríguez. Diez años del 'me la corto y me hago monja'. Diez años que en el mismo partido le expulsaron. Y diez años después, han juntado a Creixell con el árbitro que precisamente le expulsó, David García, para fundirse en un abrazo con el entrenador. Un momento emocionante, nostálgico y digno de aplaudir:

No ha sido esta la única sorpresa que le tenían preparada al bueno de Jaume Creixell. Con los auriculares puestos, el presentador del espacio le dice que pare bien la oreja que alguien quiere dirigirse a él por esta efeméride tan especial. Le ponen un mensaje de audio. ¿De quién? Del entrenador en quien se miran todos sus colegas de profesión: ni más ni menos que Pep Guardiola.

Pep Guardiola @ManCityCatala

@ManCityCatalà

El técnico del City le ha grabado unas sentidas palabras recordándole la frase mítica y alguna otra que a él se le quedó grabada en la memoria. Unos elogios que han emocionado a Creixell:

"Con una cara eras el director deportivo y con la otra, el entrenador. No hay que estar arriba de todo para ser un grande y tú lo eres. Si quieres pasar frío, ya sabes dónde estoy". Palabras de un grande a otro.