Cuando muchos van, Pep Guardiola vuelve. Cuando muchos se quieren pasar de listos, el técnico de Santpedor les dedica bofetadas con su juicio y sus palabras. Hace años, Jose Mourinho ya salió escaldado cuando le dijo aquello de "el puto amo", y no ha sido el único madridista que ha recibido. Susanna Guasch también se ha quedado a menudo con las orejas temblando cuando se ha querido hacer la íntegra y ha vomitado basura contra el ex entrenador del Barça, ahora en el Manchester City. El técnico catalán está harto de oír según qué estupideces, especialmente con todo lo que tiene que ver con Catalunya o el Barça. Y cuando alguien le busca, le encuentra. En la caverna mediática madridista ya se pueden ir poniendo en fila para recibir su dosis de sopapo.
En las españas, especialmente el madridismo más hiperventilado, no soportan los éxitos de Guardiola, sea ahora con el conjunto citizen o antes cuando se sentaba en el banquillo azulgrana. Todo lo que dice o hace el técnico les provoca urticaria. Incluso, si lo que hace y lo que hacía es hacer jugar a sus equipos de la mejor manera que se ha visto nunca en un terreno de juego. Su Barça no es solo que sea un equipo mítico que haya pasado a la historia, sino que es probablemente el equipo que más ha hecho alucinar a los espectadores de todo el mundo. E intentar menospreciarlo, es, como mínimo, atrevido. Y utilizarlo haciéndose servir de Negreira y los pagos, intentando esparcir basura como si el Barça hubiera comprado árbitros o hubiera ganado gracias a los árbitros, es, además de repugnante, falso.
Los José Luis Sánchez, Tomás Roncero, Juanma Rodríguez y compañía son habituales bufones de Florentino a quien más vale darles la pastillita y que se estén calladitos y dejen de decir sandeces. El día que la justicia se pronuncie, tendrán que emigrar fuera de España con el rabo entre las piernas del ridículo espantoso que harán. Pero hay muchos otros periodistas que comparten con ellos esta voluntad de querer buscarle las cosquillas a Guardiola en entrevistas y ruedas de prensa. Y pasa lo que pasa. Y lo que ahora ha pasado es una galleta con la mano abierta cuando le han dejado caer que el Barça, también su Barça, ganaba gracias a los arbitrajes. Su respuesta tendría que pasar a formar parte de los anales de la historia como una de las respuestas más demoledoras y brutales que se recuerdan. "¿Caso Negreira? Cuando haya sentencia daré mi opinión. Hasta entonces, Laporta es inocente, el Barça es inocente. El verdadero escándalo fue nuestra manera de jugar. Ganamos todos los títulos y fuimos mucho mejores que el rival. Fue un escándalo la manera como jugamos. Tú eres muy joven, pero te enviaré unos vídeos".
Memorable. Guardiola, una vez más, maravilloso.