El mejor entrenador de la historia del fútbol bien se merece tener unas vacaciones a la altura de su enorme trabajo. Pep Guardiola hace unas semanas que concluyó una nueva temporada exitosa al frente de su actual club, el Manchester City, proclamándose campeón de la Premier League de manera incontestable, con muchos puntos de ventaja sobre el segundo, el eterno rival ciudadano, el United, y con alguna semana de antelación antes de que se acabara la Liga.
También ganó la Carabao Cup y quedó a las puertas de conseguir una nueva Champions en su palmarés, y la primera para el conjunto británico, pero finalmente no pudo ser al caer derrotado ante el Chelsea de Tuchel. Sea como sea, el de Santpedor tiene 31 títulos a sus espaldas conseguidos en los diferentes banquillos donde ha estado. Y los que vendrán. Es lo que tiene ser el mejor, vivir su trabajo con pasión, talento, responsabilidad, horas y horas de dedicación estudiando a los rivales y preparando los partidos y viviendo al máximo cada segundo que se pone el traje de entrenador, si es que en algún momento se lo llega a quitar del todo.
Sólo hay que ver algunos de sus discursos en el vestuario de su equipo, ante sus jugadores, para que a cualquier aficionado al fútbol se le caiga la baba viendo y escuchando a un genio que ama tanto lo que hace.
Después de ver eso, no nos extraña que acabe las temporadas agotado física y mentalmente. Por eso, nada mejor que disfrutar de unos días de vacaciones, de relax, de no pensar en fútbol, ni en tácticas ni en onces iniciales. Ahora lo que toca es cargar pilas antes de una nueva temporada al frente del conjunto citizen. Y qué mejor que hacerlo cogiendo aire en uno de los lugares más maravillosos, no ya sólo de Catalunya, sino de todo el mundo. Pep Guardiola está en casa pasando unos días, lejos del lluvioso e industrial Manchester. ¿Y dónde ha ido y con quién? Con su familia y un grupo de amigos, entre ellos, el director deportivo del Girona, Quique Cárcel, quien tiene a su izquierda, su hermano Pere y evidentemente, su mujer y sus hijos. ¿Dónde? En un lugar mágico: el Parc Nacional d'Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, tal como él mismo ha publicado en redes:
Caras de felicidad total. Es lo que toca. Bien merecido se lo tiene. Y todavía tiene algún día más antes de empezar con la vorágine de una nueva temporada. La Premier empieza el 14 de agosto, antes, sin embargo, tendrá que hacer la pretemporada. Que aproveche al máximo por tierras catalanas y en compañía de los suyos.