Este sábado de junio en Istambul será recordado por muchos catalanes que estaban en el estadio para ver cómo Pep Guardiola se elevaba al Olimpo del fútbol. Ningún otro entrenador de 52 años tiene su palmarés. Es el único preparador que asegura títulos y buen juego, ningún otro en todo el mundo lo ha acreditado como él. Su valor es incalculable. Ahora hace felices los citizens como antes lo hizo a los bávaros del Bayern y a los del Barça. En la final había catalanes, como los cargos del club Manel Estiarte y Ferran Soriano, como Jordi Basté, amigo del míster y la familia Guardiola. Cristina Serra su mujer, iba tan elegante como él, De negro riguroso, el color mágico de la elegancia. Y los tres hijos ya crecidos: Maria, Màrius y Valentina. Disfrutaron de un momento muy emocionante: el beso de cine de Cristina y Pep, toda una vida de pareja, desde que él era jugador del primer equipo, y siguen guapos y enamorados como siempre. La foto de la final para EN Blau es esta:
La foto de Instagram es de una Instagramer, una tal Maria Guardiola. La primogénita de la familia retrató el momento íntimo de sus padres, que han vivido todo: la salida como jugador del Barça harto de Núñez, la pesadilla de las acusaciones de dopaje en Italia, el cursillo de entrenador para hacer funcionar al Barça B, la muerte de la madre de Pep, la salida precipitada del Barça de Sandro como entrenador. Y tener que soportar que en 14 años en la élite no se hable de las 3 Champions que ha ganado sino de las 11 que ha perdido. El antiguardiolismo es patético. El beso es un símbolo, Cristina Serra, la persona que siempre ha estado al lado de Pep Guardiola. Los tres hijos felices, y Maria satisfecha de haber confiado en el amuleto de la Final: su novio, el yerno de Guardiola, el disc-jockey Jermaine J-Funk. Les trajo suerte y Pep ganó su primera Champions de muchas que conseguirá fuera del Barça. Otra foto icónica: Maria Guardiola se abraza a un niño británico fan del City que solo ha visto a su equipo triunfando. Es el otro beso de la noche: los Guardiola hacen felices a los niños:
Besos y más besos, de Pep a Maria, de Pep a Màrius o abrazos como el del hermano del míster, Pere Guardiola, y el amigo íntimo, Jordi Basté. Euforia catalana en Estambul, la pasión turca de Pep Guardiola.