Mataró, capital del Maresme, vive las últimas horas de su fiesta mayor, Les Santes. Una celebración muy querida por sus vecinos, que salen de casa masivamente para soltarse la melana y compartir momentos de gozo y desenfreno. Algunos, sin embargo, ni siquiera necesitan abandonar su domicilio. Con unas sartenes, un fuego y buena compañía tienen más que suficiente. Dos de sus 'hijos' más mediáticos son testimonio: el cómico, actor e imitador Pep Plaza y el presentador de TV3 Espartac Peran, actualmente director del concurso 'Atrápa'm si pots'.
Ambos comparten amistad, pasión por su tierra y un gusto exquisito cuando se sientan en la mesa. De hecho, el de 'Polònia' podría ganarse la vida montando un restaurante: viendo su habilidad en los fogones, lo tendría lleno a tope. A menudo comparte lo que ha bautizado como 'los platillus de Pep', recetas clásicas de la cocina catalana y marinera que hacen salivar. Lástima que TV3 no tenga su 'Masterchef Celebrity', porque estaríamos ante un potencial ganador.
Pep y Espartac han celebrado Les Santes cumpliendo una tradición que se remonta, según indica el actor, 17 años atrás. Un festín pantagruélico que hace daño a la vista, pero al provocar una envidia mayúscula. Por dos motivos: por las impresionantes vistas del jardín, y por la exhibición de productos. Dos estrellas: gambas rojas y mejillones. Posiblemente el complemento perfecto para un arroz de aquellos que te roban el alma, aunque no sería extraño que se los hubieran zampado sin más acompañamiento. Cuando la manduca es buena, no hacen falta más historias.
El festival gastronómico ha deleitado también a las respectivas parejas de estos rostros tan populares del panorama mediático. Anna Payaró, compañera de Peran y madre de sus dos hijos, y la cantante Txell Sust, que este mes de julio ha tenido una agenda muy intensa con varias actuaciones junto a la Big Band Jazz Maresme. El último bolo, por cierto, ha tenido a Plaza como invitado estelar celebrando los 10 años de vida de la banda. Un acontecimiento a favor de la Fundación Isidre Esteve y en el que, para no perder la costumbre, también se han puesto las botas.
Lástima no ser de Mataró y pertenecer al grupo de Plaza y Peran. Estaríamos encantados de degustar este espectáculo gastronómico. No desentonaríamos, ni mucho menos. Y acabaríamos la fiesta con el mismo grito de guerra que los habitantes de Mataró: "¡Gloria a Les Santes"!