Pepe Rodríguez es el jurado más querido de Masterchef. Estrella del cartel, el cocinero ha conseguido hacerse un sitio en el exitoso programa de TVE, colaborando en todas las ediciones que han hecho desde que empezara a emitirse en 2013. Con una estrella Michelin en su currículum, la carrera culinaria del toledano es muy reconocida.
Ahora bien, si hoy es noticia, no está por su buena mano en los fogones. El ABC le ha hecho una entrevista centrada en otro tema, la religión. Al verlo muchos se han sorprendido, pero han quedado todavía más boquiabiertos al darse cuenta de que es muy y muy católico.
Todo empieza cuando recuerda su infancia, yendo a misa obligado por su madre pero bien contento. Allí fue cuando adquirió mucha fe en la virgen de la caridad, asegurando que aún la lleva en el corazón. Resulta curioso conocer esta faceta más íntima del jurado, que aprovecha para repetir una y otra vez que lo más importante de su vida es la familia.
Unos valores que intenta que sus tres hijos adquieran, aunque reconoce que hoy en día es más difícil: "A mi hija mayor le insisto para que venga a misa los domingos, pero ella no quiere. Quiero que se dé cuenta de que ir es lo mejor que hará en su vida. Si saca un siete o un nuevo es secundario, pero entiendo que mi ejemplo le puede llegar".
¿Cómo se describe a sí mismo? Como un hombre "de parroquia": "Voy a la iglesia y participo en ella. Fui a un cursillo, tres días sin descanso de rezar y de hablar con Dios, de preguntarle qué quería de mí. Aquello me cambió, me ayudó a sentirme más cerca de él. Y a veces me pregunto por qué he tenido la suerte de conocerlo. ¿Por qué he tenido la suerte de sentirlo cerca y otros no lo sienten? No puede depender de mí, ha tenido que ser algo que me ha venido dado".
¿Es compatible ser cocinero y vivir esta vida de fe? "Lo vivo con normalidad. La fe no está enemistada ni con la televisión ni con la fama, como tampoco con ser arquitecto o médico. La fe se tiene o no se tiene, se vive o no se vive, no se lleva. Intento que la gente de mi alrededor sepa que soy un hombre de fe, pero tampoco lo voy pregonando ni creo que sea necesario. Eso sí, la relación que tengo con Dios está por encima de la televisión o la cocina".
Unas declaraciones que lo hacen protagonista del suplemento religioso del ABC, cambiando los ingredientes por las cruces.