Uno de los patrimonios más preciados del ser humano es la memoria. Sin ella, todo pierde sentido. Por eso la enfermedad de Alzhéimer es tan devastadora: para aquellos que la sufren, pero también para los familiares. La oscuridad se instala en el día a día, pero incluso las noches más negros dejan pasar un pequeño rayo de luz. Momentos de lucidez fugaz que nos hacen inmensamente felices y ayudan a salir adelante. Es lo que le pasa a una periodista deportiva gallega, con su abuelo sufriendo esta enfermedad, y que ha hecho una confesión familiar que hiela la sangre.
Ella es Alba Adá-Lameiras, que trabaja en canal GOL, retransmitiendo partidos de fútbol-sala. Su imagen a menudo aparece en la pequeña pantalla, un hecho que, en su casa, obra un milagro: el abuelo la reconoce orgulloso, y lo comparte con su mujer, que le cuida sin descanso. La escena es emocionante, así como la reflexión de Alba: "al escucharte, a veces dice: "é a nena"" En un mundo, el de la televisión, donde a menudo prima la vanidad y el afán de protagonismo, la historia de esta periodista nos permite descubrir otra cara: una más humana, terapéutica y emocional. Como ella dice, "lo mejor de salir en la tele".
Desde Catalunya, todo nuestro apoyo a Alba y a sus abuelos, así como a todos y cada una de las víctimas de esta patología tan cruel. Fuerza, "niña".