Carme Chaparro sigue sin ver la luz con su fallido programa de tardes, Cuatro al día. La muerte de Alfredo Pérez Rubalcaba lo ha mantenido en cifras que Paolo Vasile considera tele-basura (3,2%). El programa del viernes giró hacia una sesión de autoayuda de periodistas ultras de derechas: Ketty Garat (de la radio de Jiménez Losantos) y Jaime González (ex de ABC). Acabaron los dos llorando por la muerte de Rubalcaba. Chaparro levantándose de su lugar para abrazar el cráneo de los dos ultras. Como decía Rubalcaba: "España entierra muy bien". El cinismo de la ultraderecha es colosal:

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Jaime González, llorando: "Yo le sacudí mucho. Y no me he movido de mis posicionae y, hoy en día, le seguiría criticando, pero igual me excedí. En momentos como estos, siento cargo de conciencia". A buenas horas. Chaparro, que sueña tener un espacio tipo El diario de Patricia, se abraza a la calva del ultra arrepentido. Música de pena y Chaparro: "Son lágrimas de verdad". Ni un punto de share pero Cuatro a la desesperada. Su compañera de derechas de Libertad Digital lo sigue.

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Ketty Garat cuelga una foto de una bronca con Rubalcaba levantándole el dedo: "Era muy maquiavélico, le gustaba manejar. Pero era muy cariñoso. Noté en la cara de Rubalcaba yéndose que le reconocían su trabajo". Y un hartón de llorar, Chaparro vuelve a abrazarse. Y de fondo sigue sonando un piano triste. Triste es matar a alguien en vida y llorarlo como una magdalena a su muerte. Y triste es la audiencia de Cuatro al día, El diario de Carme.