"Os presento a Lucas, mi arma secreta para el debate. Está para comérselo. Es un bebito, aún huele a leche".
Pocos animales crecerán más traumatizados que el perrito que Albert Rivera tenía entre sus brazos mientras lo olfateaba como un poseído antes de la debacle electoral de las pasadas elecciones. La grotesca puesta en escena del entonces todavía líder de Ciudadanos provocó un efecto colateral: que todos aquellos que tienen en casa perritos parecidos como el sufrido animal hayan tenido que ver cómo sus amistades les pregunten a menudo si sus perros también huelen a leche. Probablemente le haya pasado a Òscar Dalmau de RAC1 y a su perrita 'Piña'.
El peludo caniche del presentador de La Competència es un miembro más de la familia que Dalmau y Thaís Villas han formado. A menudo el periodista cuelga en sus redes sociales imágenes de su querido animalillo. Lo hemos visto mordisqueando una piña, por partida doble delante de un espejo o esperando impaciente los regalos que le cagara el Tió:
Pero la última foto colgada enTwitter ha sorprendido a sus seguidores. Una imagen fruto del flash del móvil donde se ve a Piña con los ojos inquietantemente iluminados, que ha generado multitud de comentarios en la red, alguno de ellos, dedicado a Rivera y a su perrito:
Piña funciona con cuatro pilas de las grandes. Rivera y su perro Lucas no resucitarían ni con una dinamo de máxima potencia.