Los Premios Ondas los concede formalmente no la Cadena SER sino Radio Barcelona, y por eso siempre acostumbran a tener muchos premiados catalanes. Es evidente que quien los concede realmente es PRISA y juega a sus intereses empresariales. Eso explica que durante los años del procés trasladaron los Ondas a Sevilla. Y los dueños tienen que dar el visto bueno a la lista de ganadores que escoge un jurado catalán. Entre los premiados no acostumbra a haber demasiadas emisoras de la competencia. No premiarán nunca a Federico Jiménez Losantos y a algunos como Carlos Herrera o Julia Otero solo por su trayectoria, más que por los programas que hacen la competencia a la SER. Hay una excepción: si el programa es en catalán. Entonces sí, lo consideran "radio local", o para ser menos hirientes ahora utilizan el eufemismo "radio de proximidad". Y premian a Josep Cuní, Jordi Basté o Toni Clapés. Este año le ha tocado en El bunker de Catalunya Radio y quien fue vestido como un hereu tradicional catalán a recoger el premio fue Peyu.

Peyu Ondas bunker GTRES
Peyu Ondas bunker GTRES

Peyu en las Ramblas a punto de entrar en el Liceo con barretina y alpargatas típicas catalanas. Su discurso fue íntegramente en catalán y muy reivindicativo: "Hay mucha gente a quien le gustaría que la cultura de este país quedara reducida a eso, pero nuestra intención es una pizca más ambiciosa, es hacer un buen programa y que nos dejen hacer nuestro trabajo más allá de cómo pensamos". Jair Domínguez gritó, provocador, "Viva la cultura, viva la cultura catalana y viva la Terra Lliure". Van fuertes. Lo más anecdótico, como acostumbra a pasar, fue lo más significativo. No se sabe exactamente qué pensó la platea de VIPS españoles de los medios de comunicación cuando comprobaron que se premiaba a un programa independentista desacomplejado. Para saber exactamente el grado de catalanofobia existe la reacción del periodista de la COPE que se sentó en platea al lado de Peyu.

Premis Ondas 2023 Acto matí peyu cat radio / Foto: Carlos Baglietto
Peyu al mediodía en el Palacete Albéniz sin barretina / Foto: Carlos Baglietto

Lo ha explicado Peyu en El matí de Catalunya Ràdio "No tengo resaca, somos más de trabajar que de fiestas y canapés. Hay catalanes que nos gusta tener un amigo para quejarnos. Cuando digo que me dejen hacer nuestro trabajo sé muy bien por qué lo digo. Cada año nos cuesta más renovar y en un país normal tendría que ser instantáneo, pero hay mucha gente que tiene poder en Catalunya que querría que no hiciéramos El bunker, que prefieren programas blanquitos. A mí me gustaría ser un país normal donde no tengas que justificar por qué tienes una ideología política. Tengo un sentimiento de pertenencia a un país que es el mío. Hacemos un programa que es el podcast más escuchado de Catalunya. Cuando fui a los Ondas con alpargatas y barretina me senté al lado de un señor de la Cope y cuando vio la barretina le comentó a su mujer 'Yo me cambio de sitio'". Repugnante comentario catalanófobo a la cara del catalán que tanto le molesta.

Peyu critica la gala de los Ondas "por sosa y austera" y lamenta que "los músicos, cantantes, periodistas españoles los afecte emocionalmente conflictos internacionales como el Sáhara y Palestina y Catalunya que la tienen al lado no lo acaban de ver". Bofetadas a diestro y siniestro: a los políticos y poderosos catalanes, a los artistas españoles, a la gala de los Ondas y a la catalanofobia imperante de los periodistas españoles cuando ven una simple barretina. Yo me cambio de sitio, escupió el de la COPE. Precisamente lo que quiere Catalunya con España: vestirse como quiere y sentarse donde le dé la gana.