Uno de los mejores momentos radiofónicos de cada día lo podemos escuchar en El matí de Catalunya Ràdio a las 7.27 de la mañana. El Buenos días de mierda que le desean bien Jair Domínguez, bien Peyu, a quien ellos consideren. Y este miércoles 24 de noviembre el segundo ha hecho uno de los más demoledores que se le recuerdan, hablando sobre la lengua.
El Tribunal Supremo no ha admitido a trámite el recurso de casación que presentó el Govern de la Generalitat contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que obliga a las escuelas a impartir un 25% de las horas lectivas en castellano y que hace referencia a la ley Wert.
Una nueva muestra de cómo el estado español busca acabar con el catalán por la vía de eliminar la inmersión lingüística en la edad escolar. Y de momento, en Catalunya no se ha conseguido parar esta ofensiva judicial, política y mediática.
De momento, la ministra de Justicia, Pilar Llop, ha recordado a la Generalitat que la resolución del TS "se tiene que ejecutar porque es firme". Guerra abierta contra el catalán de la que ahora ha opinado Peyu, contundente por la forma y por el fondo, en su mensaje matinal de hoy.
En la forma, porque se ha dirigido al Supremo en castellano. Y no sólo a ellos: "También a todos los que me escuchen y vomitan en Twitter alegremente los ya clásicos calificativos de 'supremacista! nazi'!. A los que me denuncian. Y a los que ya lo han hecho ni dejan de hacerlo, porque les molesta, más allá de que nos expresemos en una u otra lengua, les molesta sobretodo que nos expresemos".
Peyu también apunta a los que "probablemente se rían de mi acento, y los catalanes, que somos gente abierta y de acogida, lo toleraremos y lo aceptaremos con deportividad". Reflexión que merece otra galleta a mano abierta: "Si después de 40 años viviendo en cualquier sitio del mundo, a alguien le da vergüenza hablar un idioma, quizás, más que clases de lengua, necesite un psicólogo".
Mensaje claro y catalán, o castellano, en este caso, de alguien que, ahora ya dirigiéndose en catalán a los oyentes, "ha sido escolarizado 100% en catalán. Y gracias a Dios, creo que llevo un minuto hablando en castellano, y más o menos me he apañado. No tengo ni idea de donde lo he aprendido, no lo sé", dice irónico. Con guinda final: "Dejad las escuelas y el catalán en paz, hombre, que en Catalunya el castellano se aprende solo. Que tengáis un buen día de mierda".
Hace unos días, Peyu protagonizó una movida en redes, sobre la lengua, después de haber estado en un bar de Vic.
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Mientras tomaba un café o desayunaba, a su lado, en otra mesa, dos chicas universitarias. Estaban estudiando unos apuntes y al mismo tiempo, discutiendo sobre un examen de inglés que tenían que hacer. Pero lo mejor es el comentario de su vecino de mesa, un Peyu que alucinaba por lo que estaban diciendo. O más bien, por cómo lo estaban diciendo: "No sé si aprobarán el examen pero la discusión la tienen en un catalán que no les tendría que haber permitido ni acceder a la universidad".