Pilar Eyre es una cronista real apasionante, a la vez que una periodista cinco estrellas y una escritora de enorme éxito y estima. Hace unos días, durante la festividad de Sant Jordi, se pegó un hartón de firmar sus novelas y biografías a lectores y lectoras que hacían cola, pacientemente, para conocer de cerca a su ídola. La catalana, sin embargo, es mucho más que eso que describíamos antes. Su calidad y calidez humana, y lo sabemos de primera mano, es exquisita. Y comprometida: Pilar no vive al margen de la sociedad. No contempla impávida desde ninguna atalaya. Hay temas que le hacen hervir la sangre. Reyes y reinas, sí, pero también el maltrato animal.

La historia de amor de Eyre con sus perros continúa, ahora con el inseparable Brody ocupando el espacio dejado por sus antecesores. La conexión que desprenden es total, y es, en esencia, lo que todos aquellos que han compartido su vida de manera íntima con animales saben de buena tinta. De la misma manera, Eyre es sensible con el dolor, el sufrimiento, la muerte y la pérdida de un compañero o compañero de 4 patas. Y eso lo hace extensible, de manera lógica según nuestra opinión, a lo que pasa en España, pero también en Catalunya, desde hace demasiado tiempo. Cuando menos, desde que presumimos de estado moderno, democrático y todo eso: la lacra de la llamada tauromaquia. Otros se quedan con "la fiesta nacional", hinchados de españolitis. Son muchos lo que, en cambio, la rechazan como espectáculo sádico. Eyre no la soporta. Y no se calla. Su repulsa es legendaria.

Ernest Urtasun / Europa Press

Por este motivo, el 3 de mayo de 2024 ha resultado un día de alegría para Eyre, emocionada al leer la decisión del ministro de Cultura del Gobierno español, el catalán Ernest Urtasun, de eliminar el Premio Nacional a la Tauromaquia. Un pequeño paso para erradicar esta práctica salvaje, de regarla con subvenciones, de darle premios como si se tratara de arte. Matar, torturar y exterminar jamás pueden ser un circo, y todavía menos con el apoyo del gobierno. Urtasun ha dicho exactamente eso: "Los españoles no entienden que se premie la tortura animal con dinero público". Y Pilar, sin perder ni un segundo, ha compartido su reacción. Doble, de hecho: "Hoy @ernesturtasun. Gracias, gracias, gracias. Tú sí que eres valiente". Después, con Brody en el coche, "aquí se te quiere".

Pilar está recibiendo el apoyo de sus seguidores (los haters que se pongan pomada), aunque el sentimiento general también es el de exigir más contundencia. Que no sea solo un premio de cara a la galería, pero el problema continúe intacto. En todo caso, la intención es buena. Y su felicidad, justificada.