María Teresa Campos, tótem caído de la televisión. Del Olimpo al infierno en muy poco tiempo, con la reciente y polémica entrevista en Sábado Deluxe que muchos han considerado su epitafio en los medios de comunicación. La histórica presentadora está en el punto de mira después del agrio enfrentamiento con Jorge Javier Vázquez. Los insultos de hace una semana todavía resuenan en la cabeza del de Badalona, que ha asegurado también que no era la primera vez que se sentía maltratado por ella en un plató. Pero Jorge Javier no es el único televisivo catalán que narra malas experiencias con la Campos. Este miércoles, la cronista real Pilar Eyre revela cómo se ha portado con ella María Teresa y el resto de la familia.
Eyre se abre a hablar en la revista Lecturas después del momento incómodo con Terelu Campos en el programa Aquellos maravillosos años de Telemadrid. Era el mes de noviembre. La hija de María Teresa se estrenaba como presentadora sustituta de Toñi Moreno con la periodista como invitada. "Me pareció que estaba seria, pero lo atribuí a los nervios. Me senté, Terelu me miró fijamente y, cuando yo iba a arrancar hablando de lo mío, me soltó: “Pilar, estoy muy enfadada”. Si el mundo se hubiera dado la vuelta, no me hubiera sentido más asombrada", escribe. La escritora expresa su gran malestar aquel día, y asegura que a la primogénita de la familia Campos le importó muy poco a la hora de seguir cargando contra ella. "Siempre nos hemos portado bien contigo. Y mi madre no merece que hayas dicho esa cosa fea de Bigote en Lecturas", recuerda que le soltó. "Tierra trágame, me quedé de color blanco, ¿a qué cosa fea se refería? ¡Yo solo tenía conciencia de haber alabado sin fin a Teresa, elogios, por cierto, que nunca habían merecido ni un simple gracias!". Terelu se refería a los calificativos de "frescales" y "seductor de barrio" que Eyre había utilizado para hablar, unas semanas antes, del entonces novio de María Teresa. "Tienes que llamarlos y pedirles perdón", le acabó espetando.
Terelu me riñó y me hizo sentir como una chiquilla! Qué sensación más fantástica, me borró todas las arrugas de golpe! @MaravillososTM https://t.co/79ExCy6HFg
— Pilar Eyre (@pilareyre) November 21, 2019
La periodista catalana narra la conversación con un amigo de la familia, sorprendido con lo que Terelu le recriminó aquel día en la televisión madrileña: "Sufrí mucho por ti. Pero peor lo pasé en el Sábado Deluxe con la entrevista de Jorge Javier Vázquez a María Teresa Campos (…) Mientras los veía, me iba encogiendo en el asiento. Llegué a pensar que era una venganza de ella. Nunca había perdido los papeles así, no la reconocía. Menos mal que él estuvo muy comedido, si no se hubiera podido liar". No quiere revelar su nombre, pero asegura que en sus días de gloria la Campos "no era malvada ni dañina, tiene buen corazón, aunque es verdad que era muy cambiante, con un punto soberbio. Pero también era muy humana". Ahora, en cambio, alguna cosa ha cambiado.
"Vive en su realidad, en un mundo que no es el de verdad porque para no herirla le esconden cosas. Y prefiere no conocer su realidad porque su realidad es que su mundo se ha derrumbado y ha gestionado mal su patrimonio", le dice a Eyre el amigo misterioso. Señala también a uno de los culpables de que María Teresa Campos haya cambiado (para mal), Bigote Arrocet: "Le ha provocado un profundo sufrimiento y eso ya. Ha perdido seguridad en sí misma, sentido de la realidad. ¡Sus penas de amor la han hecho sufrir a fondo! Y precisamente porque está frágil y vulnerable la sigo queriendo mucho".
Por muchas cosas que puedan explicarle, Eyre sabe cómo es María Teresa Campos y tiene sus propias experiencias con ella. "He trabajado con ella y he escrito mucho sobre ella. Siempre con gran cariño". Hablaron por última vez el 9 de mayo de 2019, después de que Eyre redactara en Lecturas que tenía que tener "un programa tan grande como ella se merece". Dice que la presentadora le respondió por WhatsApp de malas maneras. "Me envió un mensaje muy hiriente". No era la primera vez: "He rebobinado los wasaps que hemos ido intercambiando y me he dado cuenta de que casi todos sus mensajes eran riñéndome, como si fuera una párvula, por algún matiz sin importancia de mis artículos, siempre laudatorios hacia ella y sus hijas". Con amigas así no hacen falta enemigas.