Ramon Rovira lo tiene todo a punto para estrenar La nit a 8tv. El lunes a las 20:50 empieza el enésimo intento de la segunda cadena del país para ser viable e influyente. La jugada es arriesgada: el director de la cadena se pone a él mismo de presentador del programa estrella. Antes, a las siete y media, habrá una hora y pico de 8 al día con Jordi Armenteras y Abel Queralt alargando el espacio de meteorología. Rovira ya tiene los tres invitados del debut: Íñigo Méndez de Vigo, José Montilla y Pilar Rahola. De Vigo es el primer ministro, y no cualquiera sino el portavoz, en pisar un plató de una TV catalana desde hace meses. Laura Rosel debe morderse las uñas. Montilla será el tercer president de la Generalitat entrevistado en 48 horas en una TV catalana: Artur Mas sábado, Carles Puigdemont domingo y Montilla lunes. Si el martes oímos a Maragall y el miércoles a Pujol seremos un país normal. Y la tercera invitada de Ramon Rovira es Rahola.
En Blau puede adelantar que no será tertuliana habitual del programa. No repetirá las cimas de audiencia que hacía con Josep Cuní cada noche a 8tv. A pesar de pertenecer al Grupo Godó, Rahola es un alma libre y ya desestimó seguir en la cadena del grupo para fichar por TV3 donde colabora en Tot es mou y Preguntes freqüents. Ramon Rovira hace un guiño a la época dorada de audiencia de Cuní en 8tv y conversará con la escritora para promocionar uno de los best sellers del próximo lunes 23 de abril: S.O.S. cristians. Rovira avista que la media en torno al 7-8% de audiencia de aquel 8 al día, con puntas de 15% con Rahola, serían mano de santo para su retorno a TV.
Una nariz de payaso: delito de odio
— Pilar Rahola (@RaholaOficial) 14 de abril de 2018
Líderes democrático: golpistas
Corte|Trozo de carretera: terrorismo
Enemista de madrugada: 50 años de prisión
Y hay q dicen q España todavía es una democracia.
#FAQSaravacaTV3
Rahola volvía de Auschwitz indignada con los tuiteros que aprovecharon su viaje a un campo de extermini para equiparar nazismo e independentismo. Rosel le decía "No vale la pena hacerles caso". En Blau también prefirió obviarlos.