Pilar Rahola ha vivido con sorpresa uno de los dramas de la semana en el mundo virtual. Un drama con mayúsculas: el adiós de Ada Colau a Twitter. La alcaldesa se va de esta plataforma porque quiere ser "mejor política, mejor persona y que el amor gane al odio", dice. Una decisión que podía haber ejecutado discretamente, pero no: todo en Colau tiene grandes dimensiones. Rahola no ha perdido detalle de una nueva sobreactuación de la número 1 del Consistorio, y le dedica un 'Palabra de Rahola' implacable, leyéndole la cartilla con razones. La escritora catalana conoce muy bien cómo es este ecosistema, donde el debate es duro, los elogios pocos y las posibilidades para desestabilizar la opinión pública, muchas y diversas. Más todavía si tienes una legión de seguidores. Todo el mundo ha estado a punto de lanzar la toalla para las críticas: "mentiría aquel que dijera que nunca ha querido irse de Twitter". La solución, gestionar la parte negativa con inteligencia. Es sencillo: "Twitter no es la vida". Otra cosa, claro, es "cuando utilizas tu relación con Twitter para hacer propaganda política". Y es el caso de Colau.
Rahola encuentra indignante la carta de despedida de la alcaldesa de la capital de Catalunya, haciendo de un tema menor una proclama ética: "¿llegar a decir que la bondad o maldad de alguien depende de Twitter? ¿Estamos locos? ¿Cómo se pueden decir tantas burradas juntas? ¡Se le ha ido un poco la pinza!". Es el modus operandi de Colau, siempre sobreactuada. "Esta es su gestión política. Ella y el mundo". Quizás tiene problemas con un entorno de debate como éste, y está incómoda por las críticas y no quiere oírlas. Como la que le dedica Pilar: en lo profesional, "Usted sería mejor política, señora Colau, si las promesas las cumpliera, si no fuera tan mala gestora pública, si no tuviera la ciudad tan dejada, si no tuviera tantos discursos retóricos y populistas que no van a ningún sitio. Usted es una mala alcaldesa", y en las decisiones personales: "nadie es mejor persona por dejar Twitter. Busque la manera de ser mejor persona. Pero no nos tome el pelo". Como epitafio tuitero, arrasador.