Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, ha conseguido un nuevo hito para la ciudad que gobierna desde 2015. Uno nada positivo, como despilfarrar una oportunidad histórica para regenerar la actividad económica y cultural de la capital de Catalunya en un momento histórico de máxima necesidad. Después de años de tira y afloja, los impulsores de una franquicia europea del importantísimo museo ruso del Hermitage han decidido largarse, hartos de las negociaciones con el consistorio barcelonés de Colau y sus socios. Se acabó. Ahora el proyecto busca un nuevo emplazamiento en España, y evidentemente no le faltarán pretendientes: los principales, Madrid y Málaga. Será cuestión de tiempo, pero no lo duden: lucharán por hacer realidad este reto mayúsculo, mientras Barcelona se queda con un palmo de narices.
El desenlace ha molestado y mucho a Pilar Rahola, que dedica un 'Paraula de Rahola' demoledor contra la gestión de la líder de Barcelona en Comú. El arranque no puede ser más sarcástico, felicitándola por "una vez más, te has cargado un proyecto de gente que quería invertir en la ciudad de Barcelona y ha acabado harto de ti, harto de los obstáculos que le habéis puesto y de las maneras con la que los habéis tratado, y ha decidido romper e irse de Barcelona". Los promotores han dicho hasta aquí, sí, pero no se marcharán en silencio y tampoco con los bolsillos vacíos: "Se van hartos, pero a los tribunales. Lo has hecho tan mal, tales barbaridades, que no sólo nos quedaremos sin el Hermitage, sino que la ciudad tendrá que pagar una fortuna de dinero público por todas las barrabasadas que habéis hecho durante el proceso". Una factura en la que señala a otro responsable: su socio, Jaume Collboni, del PSC.
El primer Teniente de Alcaldía recibe los reproches de la escritora y periodista, quien una vez conocida la decisión drástica intenta maniobrar a la desesperada: "Ahora Collboni dice "todavía lo podemos salvar", uy, espera, que estaba durmiendo la siesta y ahora me doy cuenta de ello, ¿qué ha pasado? Qué nulidad, señores socialistas, señor Collboni. ¡Habéis permitido que Colau se cargara otro proyecto! Un proyecto que tenía que ver con la proyección internacional de la ciudad, porque ciudades muy importantes tienen el Hermitage". No puede entender cómo "le ha permitido todo" en perjuicio de unos ciudadanos "que cuando esta señora se vaya y venga otro, no sólo se tendrá que remontar todo el prestigio de la ciudad y se tendrá que recuperar una ciudad que nos gusta, sino que además tendremos que pagar miles y miles de euros".
Rahola no se corta ni un pelo y deja la gestión de Colau como un trapo: "Es un auténtico disparate, Usted es Atila. Dejará Barcelona como un desierto. ¡Ya la tenemos más sucia que nunca, más caótica que nunca, no hay ningún proyecto que surja de ustedes, los grandes revolucionarios, que nos cambie la ciudad para bien! Usted está destruyendo la ciudad de Barcelona". Y todo ello, explica, por su concepto de hacer política y ciudad, controvertido al máximo: "Aquella idea que tiene de las épocas de su trinchera y activista, que lo que suene a demasiado elitista o demasiado burgués, uy uy uy, huye. Aquí estamos, en una Barcelona que no sabemos a dónde va, pero lo que queda claro es que cada vez va a peor". Quiere que se marche lo antes posible, porque "si no se va pronto del Ayuntamiento, Barcelona ya no se podrá mirar a la cara. Es la peor alcaldesa de toda la democracia. No osaría nunca compararla con los alcaldes franquistas, pero en democracia no hemos tenido nada peor. Ha sido un desguace, una manera de desmontar todo aquello que era bueno".
El resumen hace llorar: "Barceloneses y catalanes, una proyección y un proyecto menos. Perdemos economía, perdemos cultura, perdemos diversidad, perdemos internacionalidad. Pero ella contenta, levantará la banderita de los antisistema. Ya lo hemos visto, ya, cómo es de antisistema, bien colocada en la poltronaa. Un desastre. Atila y los Comunes".