Las aguas al Ayuntamiento de Barcelona bajan removidas. Y no nos refiramos al alcantarillado, aunque alguna imagen en el consistorio pueda ser tildada de más propia del subsuelo que de un gobierno municipal. Por una parte, una de las bufonerías habituales de Manuel Valls haciendo uno de sus paripés marchándose del pregón de la Mercè:
De la otra, la decisión de la alcaldesa Ada Colau liderando la retirada de la Medalla de Oro de la Ciudad a Heribert Barrera concedida a título póstumo. Una de las caras más reconocidas de Esquerra durante los primeros años de la Transición y presidente del Parlament de Catalunya del año 1980 hasta 1984. Pero los comunes consideran que Barrera no podía seguir manteniendo el título y lo han tildado de xenófobo. Propuesta que ha sacado adelante con el apoyo del PSC, el PP, Ciudadanos y BCN pel Canvi de Manuel Valls. Pero donde dije 'digo' digo 'Diego', porque el pasado mes de agosto Colau se abstuvo de hacer lo mismo con la medalla al rey emérito Juan Carlos I.
Una de las personas que no se ha mordido la lengua con todo lo que ha pasado las últimas horas ha sido Pilar Rahola. La escritora ha verbalizado una de las galletas con la mano abierta más sonoras que se le recuerdan. El esperpento con el tema de las medallas le ha hecho decir basta. Bueno, le ha hecho decir basta y muchas cosas más dirigidas a Valls y a Colau:
Colau ya se puede colgar otra medalla vergonzosa en su historial.