El Barçagate o el caso Negreira es el nuevo juguete españolista contra Catalunya. Desde Madrid se acusa a la entidad culé de comprar árbitros, de hacer trampas, de adulterar la competición. Sí, sí, han leído bien. Madrid acusa al Barça de hacer trampas. Inaudito. La Fiscalía española se ha puesto a trabajar de manera supersónica para ejecutar el recado, aunque el resultado final no es lo que más importa, no. Aquí impera el difama, que algo queda. Van todos a una: Javier Tebas, el Gobierno, los clubes rivales, los aficionados, incluso la vicealcaldesa vicealcaldesa madrileña con familiares neonazis y Ultra Sur. No falta ni un cromo en el álbum de la infamia, están disfrutando revolcándose en el barro y salpicando enormes cantidades de porquería contra una entidad que les fastidia y les da mucha rabia. ¿Por qué? Por catalana y por ingobernable. Es una pieza de caza mayor.
Lo tiene claro la afición culé y también Pilar Rahola, que ha salido a desmontar esta conspiración punto por punto. La paliza es brutal, no deja cabos sin atar en un nuevo vídeo del 'Palabra de Rahola'. "Dos verdades incontestables. La primera: si hay un club en la historia del fútbol "español" que ha sido damnificado histórica y ancestralmente por los árbitros, este es el F.C.Barcelona. Ninguno otro ha sufrido por los árbitros castigos tan sonoros. De manera que poder llegar a insinuar que ha habido algún tipo de ayuda de los árbitros al Barça es literalmente una mentira histórica. De peso, de aquellas que caen y se aplastán como un auténtico suflé. La segunda verdad incontestable es que toda esta campaña organizada contra el Barça que se está produciendo por tierra mar y aire tiene como objetivo final destruirlos, es un "a por ellos", y conseguir que se convierta en sociedad anónima. Porque si es sociedad anónima podrán dominarlo mucho mejor. Será todo mucho más fácil, se lo quieren hacer suyo".
¿Por qué el Barça? Se explica fácil. "Es una estructura fundamental y central de nuestro país. Y han acabado con todas ellas. Teníamos las eléctricas catalanas, el gas, incluso le han quitado el nombre a una aseguradora histórica con 150 años detrás porque tenía "catalana" en su nombre". El F.C.Barcelona es la gran joya de la corona, por eso nos la quieren birlar. "Pero fijaos qué está pasando: todo el mundo en contra, es una tormenta perfecta. Es la FIFA, es la UEFA, es la Liga española. Todos quieren cargarse al Barça, es una ofensiva en bloque. Y por otra parte, el Gobierno. ¿De qué va aquí la película? ¿Habíamos visto alguna vez una celeridad tan espectacular por parte de la Fiscalía española en contra de algo? Una fiscalía que no se ha personado ni ha hecho nada, ni el propio Gobierno a través de la abogacía del Estado, en la operación Catalunya, uno de los escándalos más brutales de la democracia española. Aquí no están, aquí no han estado. Pero a la hora de inculpar al Barça han ido a saco: el amigo socialista, este, este. Fijaos cómo se va organizando".
La escritora pasa lista. Primero contra Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional. "Está dirigida eternamente por un tipo de extrema derecha que además se siente orgulloso de serlo, y que en este sentido incluso fanfarronea de ello". Después contra dos organismos privados, internacionales y siempre corruptos: "La UEFA y la FIFA. ¿Hablamos de lo que pasó regalándole el mundial a Catar? ¿Cuántas más vergüenzas tenemos que acumular?" Todos estos señalan con el dedo al Barça y Joan Laporta. Del presidente culé, Rahola explica que es alguien "que aguanta la identidad, la catalanidad y sobre todo la voluntad de ir hacia una liga profesional para acabar con todas estas jaleos que tienen montados y con los que embolsan mucho dinero por todos lados. Y de corruptos hasta arriba". Nadie puede negarlo, la guerra contra el Barça es con el cuchillo entre los dientes. "Se concilia todo: los intereses de los grandes poderosos inmobiliarios españoles, que le quiere meter la zarpa; el Gobierno que debe pensar que desactivando al Barça actualmente y haciéndolo sociedad anónima lo tendrá mucho más dominado; la Liga, la UEFA y la FIFA que defienden sus intereses económicos para impedir que finalmente exista una liga profesional". Un contubernio, vaya.
En resumen: "Esta es la ofensiva, pero encima tienen la caradura de decir que los árbitros nos han ayudado. Es un "a por ellos". Ahora le ha tocado al Barça".