Hay una Barcelona... Y hay, otra Barcelona. Si quieren saber la verdadera cara que hace en muchas de sus calles, sólo tienen que estar atentos a la cuenta de Twitter del gran Toni Clapés. El locutor de RAC1 está hasta las narices de ver según qué imágenes y no duda en alzar la voz y dirigirse a la alcaldesa Ada Colau cuando siente que es la hora de decir basta.
Lo hizo con unas imágenes patéticas durante el verano y según qué turismo low cost que destrozaba edificios y hacía la vida imposible al vecindario. Y a menudo, por desgracia, ve imágenes de basura y más basura realmente repugnantes.
Todo el mundo recuerda una imagen correspondiente a un trozo de calle, delante del Hotel Palace, en el cruce entre la Gran Vía de las Corts Catalanas y la calle Roger de Llúria. ¿Y qué veía? Una cantidad de basura descomunal, lamentable, y que daba una imagen patética. Inmundicia y más inmundicia desparramada por los suelos, fuera de las bolsas y de los contenedores.
Pues ahora le recomendamos al bueno de Toni que no vaya a pasear por la calle Rosellón de Barcelona, entre Enric Granados y Aribau, en pleno Eixample, porque le cogerá un cubrimiento. La desafortunada víctima que no ha podido evitar tener en frente una imagen indecente y denigrante ha sido, en esta ocasión, Pilar Rahola.
La escritora ha salido a dar una vuelta este mediodía, hacia las 13 horas, y no nos extrañaría que al volver a casa se le hayan quitado las ganas de comer por la visión grotesca de un rincón de calle, al lado de unos contenedores, donde ya no es sólo que la basura rebose de dentro, sino que esparcidos por el suelo hay todo tipo de papeles, desperdicios, trozos de madera y porquería que nadie ha recogido en muchos días.
"¿Queréis decir que es normal la cantidad de suciedad que hay en pleno Eixample de Barcelona un domingo por la mañana??", se pregunta Rahola indignada. "No se puede tirar la basura de llena que está. ¡Incluso, hay una nevera! Y toda la suciedad por el suelo". Una imagen dantesca, fruto de una mezcla de muchas cosas, dejadez, incivismo, falta de educación y de capacidad de reacción, en cualquier caso, unas imágenes que nos tendrían que hacer reflexionar a todos juntos como sociedad, y a las autoridades pertinentes, si este es el aspecto que queremos para nuestras ciudades.
Inmediatamente, reacción unánime en redes, donde se repiten conceptos como "asco" o "vergüenza": "En argentina pasa lo mismo. La casa termina en la puerta, a nadie le interesa lo que ocurre cuando cruza el umbral. Falta de educación y respeto, "Una buena parte de la ciudadanía de nuestro pequeño país, es guarra de nacimiento. Falta mucha educación y civismo "Qué pena que hace Barna".
Muchos de los seguidores que se han pronunciado exponen la situación en las zonas donde viven, y por lo visto, lo que ha visto la Pilar en la calle Rosellón es un mantra que se repite en muchos otros puntos: "En Sant Andreu también nos pasa, el Ayuntamiento de Barcelona a menudo no recoge la basura, toda la vida que vivo y nunca había visto las calles tan sucias", "Ven al Raval y fliparás", "En Tortosa igual".
En cualquier caso, basta ya de este color, basta de ver a Barcelona convertida en Basuralona.