Este 23 de julio tenía que ser como un 23 de abril y será como un 17 de enero: un día feo cualquiera. El gremio de libreros tenía previsto celebrar la Diada de Sant Jordi sin fases del confinamiento y al final se ha cancelado por miedo a nuevos contagios. Una bofetada más al sector de la Cultura, ya muy castigado desde marzo. La escritora Pilar Rahola ha escrito una columna muy crítica contra las autoridades catalanas con nombres y apellidos en La Vanguardia.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Hoy, un Sant Jordi veraniego. Aquí, con El Espía del Ritz. ¡Viva la cultura!

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Rahola no se casa con nadie y llama a las cosas por su nombre: "La industria cultural es un sector precario que está sufriendo mucho, y que parece abandonado, tanto por una consejería que no existe como por un Govern, que la barre, como una alcaldía de Barcelona que tampoco hace nada para salvarla. Ni el president Torra, ni el alcaldesa Colau, ni la consellera Mariàngela Vilallonga están a la altura de la gravedad de la situación que sufre el mundo cultural, y así ha quedado abandonado". Nombres y apellidos. Rahola valiente.

Pilar Rahola Entrevista librería Ola|Onda - Sergi Alcazar

Pilar Rahola (foto: Sergi Alcàzar)

Podría referirse al teatro, el cine o la danza, absolutamente castigados y sin plan, pero hoy le toca recibir a la literatura catalana y Pilar Rahola explota: "Hay que preguntarse si hacía falta una decisión tan drástica, o ­había alternativas. El Gobierno se am­para en los datos sanitarios, que ob­viamente no discutiremos los ignorantes en la materia, pero tengo la convicción que soltaron la mano con mucha ra­pidez, que la cultura no cuenta para nada, que había opciones posibles y que, al final, la decisión sobre el Sant Jordi se tomó con más frivolidad de la necesaria".

santo jordi covid ACN

Librería de Barcelona el 22 de julio, ACN

Lo que están sufriendo escritores pero también actores, bailarines o músicos, es un agravio comparativo. Rahola, que acaba de publicar libro nuevo, El espía del Ritz se exclama: "No se aguanta la comparativa con otros sectores económicos, como las tiendas o restaurantes. ¿Había más riesgo en este Sant Jordi medido y controlado que en las terrazas llenas hasta los topes que hay por toda Barcelona? O las playas?". Antes bronceados que cultos. Lamentable. Imprescindible Rahola.