Parecía que el espectáculo se acababa, pero, qué va: los escándalos de la Casa Real y Juan Carlos de Borbón sólo estaban cogiendo aire y un nuevo impulso. Desde que se supo la intención de exonerarlo por los casos de las cuentas en Suiza o el AVE de la Meca, con Juanito haciendo las maletas para volver de su exilio dorado, la lluvia de porquería no se detiene en Zarzuela. Qué prodigio, este hombre. Un prodigio lamentable, y que harta a millones de personas. Una de ellas, la escritora catalana Pilar Rahola, que le dedica una nueva y contundente entrada en su 'Palabra de Rahola': esto "no se aguanta". Son semanas llenas de nuevas revelaciones "que pringan el nombre de España y de sus instituciones, con un baile considerable de destrucción de los derechos de ciudadanos por su ideología", las guindas del huido Juan Carlos son definitorias y definitivas de un estado como el español. "La Casa Real es el tronco más podrido de todos: ahora sabemos que desde el 2003 al 2014 tenía una cuenta en Liechtenstein a nombre de la fundación Zagatka, montada por su pariente, Álvaro de Orleans Borbón, y que lo último que cobró fueron 7,9 millones de euros". Los millones salen como setas en aquella familia, qué suerte. Rahola se pregunta: "este hombre, ¿alguna vez ha tributado en España?". Una cuestión retórica, porque ella misma nos apunta la realidad: "es un homenaje a la tradición borbónica. La inmensa mayoría han sido ladrones". Con todo "un escándalo monumental, no hay una puñetera institución en España que se aguante. Ni la Guardia Civil, ni el sistema judicial, ni una institución monárquica podrida de arriba abajo. Esto es España. ¿Todavía se quiere quedar alguien aquí dentro?".
Una gran parte de España, la promonárquica, parece encantada con las borbonadas y su corrupción. Efectivamente, tenemos que marcharnos ya.