A Pilar Rahola le gusta expresar lo que piensa, lo que siente, lo que le pasa por la cabeza. Cuando no la vemos en el Tot es mou o en el Preguntes freqüents, la escuchamos en El món a RAC1 o la leemos en sus libros o en su cuenta de Twitter. Ahora, sin embargo, habrá que añadir otra red para estar al corriente de las opiniones de la escritora. Porque hoy mismo acaba de crear una cuenta en Instagram, donde complementará sus ideas con las fotografías que a ella le parezcan pertinentes. Si hace unos días era Julia Roberts quien se estrenaba, ahora le ha seguido los pasos Rahola. Y no podía haber empezado con una imagen más contundente y chocante de cómo se siente, el mismo día que Oriol Junqueras, Raül Romeva o los Jordis son trasladados a la prisión de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada, en el Bages. De hecho, no ha empezado con una, sino con tres imágenes contundentes. La primera de ellas corresponde a su querido Cadaqués, en una foto nocturna donde se ve la iglesia en el fondo y en primer término, unas cruces amarillas con la palabra "justicia" escrita.
Lo más sobrecogedor, sin embargo, es el texto que acompaña a la imagen: "No los queremos cerca de casa, los queremos en casa. No queremos ser los carceleros de nuestros líderes, queremos ser sus conciudadanos libres. No nos alimentan migas, queremos el pan entero". Un mensaje que va en la línea, por ejemplo, de lo que ha escrito el diputado de ERC en el Congreso, Gabriel Rufian:
Son rehenes. Aquí o en Madrid. No los queremos cerca, los queremos libres.
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) 2 de julio de 2018
El tono sentido y emotivo que se desprende de la primera publicación, sin embargo, deja paso a otra mucho más seria y crítica, como dejando claro con los dos primeros posts, que Pilar es eso, las dos caras de una misma moneda, la combativa y luchadora que se emociona por aquello que quiere y en lo que cree y la que pone el dedo en la llaga y señala hechos intolerables con la voz bien alta. Porque una hora después de la primera foto, ha colgado otra de un cartel con la cara de Franco con el lema "el valle no se toca" que, como ella misma se pregunta -y lamenta- no corresponde a 1939, 1975 o 1978, sino al 2018:
Lo más emotivo, sin embargo, de su primer día como instagramer, lo ha dejado para el final, colgando un vídeo que recoge algunas de las imágenes que se hizo ella misma con Jordi Sánchez "un día de verano de hace un año. Sol, alegría, esperanza, libertad...".
De momento, en un par de horas, ya tiene casi 400 seguidores... Y los que vendrán.