Pilar Rahola ha escrito una columna en La Vanguardia que fulmina a Albert Rivera. El álbum de fotos del líder naranja durante la primera sesión del nuevo Congreso de los diputados lo perseguirá toda la legislatura. Exagerado, sobreactuado y mordiéndose la mandíbula contra los presos políticos compañeros de escaño. De 8 a 9 de la noche TV3 ha ideado la hora total: el final de Tot es mou y la sección Hola Rahola empalma con Toni Soler i Jair Domínguez. El próximo lunes Rahola volverá a TV3. Ha leído el tuit de Jair sobre Albert Rivera:
La cara de Rivera ayer es de malvado auténtico. Creo que me podría ir a cenar con Jordi Cañas, Manuel Valls o Rajoy. Pero Albert supura un odio físico, incompatible con las relaciones humanas.
— Jair Dominguez (@sempresaludava) 22 de mayo de 2019
"Jair acierta en el diagnóstico", escribe Rahola. Albert Rivera esta fuera de sí en campaña electoral. Debe sospechar que puede ser la última en que participa si Inés Arrimadas le acaba haciendo la cama y el Ibex cambia de caballo. En la columna, Rahola cita el tuit de Jair y se han proclamado admiradores recíprocos con Toni Soler de celestino:
Cariño @sempresaludava, Hoy te cito...https://t.co/7rNLos6Nkx
— Pilar Rahola (@RaholaOficial) 23 de mayo de 2019
¡Jolin, @sempresaludava, eso no lo consigue todo el mundo!
— TONI SOLER (@soler_toni) 23 de mayo de 2019
estoy llorando
— Jair Dominguez (@sempresaludava) 23 de mayo de 2019
Pilar Rahola se presentó a las oposiciones para sustituir a Òscar Andreu enl programa de Minoría absoluta. La sección hilarante Tú sí que Óscar. Pilar Rahola hubiera hecho un trío maravilloso con Toni y Jair. La columna es de obligada lectura: "Rivera es el ejemplo más histriónico, miradas fulminantes y muecas de asco a los presos políticos electos. En su verbo y en sus maneras anidan el menosprecio y el odio. Abascal y Cayetana practican la misma política de apisonadora, pero nadie gana a Rivera en expresión pública de odio a los independentistas. Parece algo más patológico que político".
Rivera ve lazos amarillos por todas partes. No es su mente, ni patología, sino balcones de los vecinos del pueblo de Ugao-Miraballes (Vizcaya) donde hace hoy muecas de odio en campaña electoral.