José Manuel García Margallo a los 75 años no se jubila. Sigue una estrategia contra el independentismo. En plena promoción de su libro venganza, en el que carga contra Soraya y los indepes, Pilar Rahola ha querido recordar la cara nada amable del ministro de Asuntos Exteriores de Rajoy. Le ha dedicado una contundente columna en La Vanguardia.

TV3

Escribe la periodista y escritora que en sus viajes por el mundo ha visto cómo Margallo quería silenciarla, que no la recibieran o que no le dieran voz: "Margallo convertido en martillo de los herejes independentistas por el mundo, persiguió ideas y personas, prohibió actos, intentó boicotear los que se hicieron, presionó líderes políticos y no tuvo vergüenza de utilizar toda la red de embajadas de España como un mecanismo censor contra los que osaran hablar a favor de la independencia en cualquier lugar del mapa". Este es el verdadero Margallo.

Sergi Alcàzar

Y Pilar Rahola lo sufrió en primera persona: "En mi caso, presionó al embajador de Israel e hizo presionar al embajador español en Quito y su cónsul a Guayaquil, porque servidora daba una conferencia sobre Israel. No consiguió nada, excepto acumular un buen ridículo en el Ecuador, pero mostró hasta qué límites estaba dispuesto a llegar para silenciar cualquier voz o persona sólo por sus ideas. Y de casos como el mío hubo muchos". Rahola sabe de purgas indepes, ganó la que quiso imponer la familia Tous.

S. A.

En su descenso a los infiernos para censurar indepes, Margallo se vanagloria de amenazar al Estado de Israel que si reconocía a Catalunya Rajoy reconocería el Estado palestino. Rahola acaba con un adjetivo que le va como anillo al dedo a Margallo: "Es inconcebible que un acto de prepotencia antidemocrática se convierta en una gesta patria. Es tanto como imaginar que un ministro actúe como si fuera un chulo de playa". Margallo: chuloplaya.