La vergüenza ajena que provoca Ciudadanos crece de manera exponencial, justo a la misma velocidad que la formación naranja pierde votantes como sábanas en una colada. Cuando piensas que no pueden ser más abyectos, siempre te sorprenden. El lunes, chillando como energúmenos "delincuente, delincuente" dedicado a Quim Torra en el Parlament de Catalunya y señalando al presidente del Parlament Roger Torrent con un dedo acusador y perdonavidas. Pero Cs tiene comportamientos tabernarios para parar un tren. Martes, mismo escenario. Comisión del 155 con la presencia de los presos políticos. Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva, Joaquim Forn, Josep Rull y Dolors Bassa están nuevamente en el Parlament de Catalunya, dos años y tres meses después del día de la Declaración de Independencia del 27 de octubre de 2017.
Una llegada esperada y conmovedora, al grito de 'libertad', que, como ha dicho Pilar Rahola, ha venido con "tanta, tanta emoción:"
Ahora mismo.
— Pilar Rahola (@RaholaOficial) January 28, 2020
Tanta, tanta emoción pic.twitter.com/aK7PlsjdJ0
Unos, inocentes de nosotros, pensábamos que esta vez sí, que esta vez Ciudadanos estaría a la altura, no ya de ellos como políticos, no esperamos gran cosa, sino de lo que uno espera de un partido: que expusiera sus ideas, que fueran democráticos y que dialogaran. Pero son Cs, el partido de la crispación, de las maneras chulopiscinescas, de Inés Arrimadas, de los cartelitos, de la ira y la bilis, de la rabia, de los ventiladores de basura encendidos a todo trapo. Como la fábula del escorpión y la rana. Y este martes, en el Parlament, han hecho lo único que saben hacer: usar el aguijón de veneno y las malas maneras.
“Si es capaz de sostener la mirada a los catalanes y decirles que se gastaron el dinero de todos en cometer ilegalidades. Es una pena que no haya venido aquí a pedir perdón y decir que se equivocaron”, le lanza Lorena Roldán a Oriol Junqueras, para, acto seguido, abandonar la comisión, seguida de Carlos Carrizosa y los palmeros de su bancada. El líder de ERC, sublime y tirando de finezza: "¡Ahora que habíamos empezado a dialogar! ¡Qué manía en marcharse"!. Pilar Rahola ha sido menos irónica y ha definido a la jefa visible de Ciudadanos en Catalunya de manera demoledora:
Era impensable superar en demagogia y miseria política el @InesArrimadas Pero la @Lroldansu lo supera en creces
— Pilar Rahola (@RaholaOficial) January 28, 2020
'Miseria política'. No se puede definir mejor. Pero tranquilos. Seguro que ellos mismos se superarán y harán una nueva muy pronto. Es lo que tiene la miseria, que siempre se puede caer todavía más abajo.