A Pilar Rahola le pasa como a la mayoría de los mortales: no puede evitar el pasatiempo de asombrarse con cada barbaridad de la presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. "Un personaje histriónico, sin ningún sentido del ridículo, que hace gala de un madrileñismo castizo y cañí, de un trumpismo doméstico hilarante y al mismo tiempo preocupando". Pero está preocupada, y no le faltan los motivos. Todo apunta a una victoria de la del PP, pero la gran incógnita es si necesitará los escaños de sus primos políticos: la extrema derecha de VOX. Este es el gran problema que la alarma: "que Madrid se convierta en la única gran urbe europea donde la extrema derecha y el fascismo tengan poder, gobierno e influencia". Poca broma, asegura en un nuevo 'Palabra de Rahola', a unas horas de la votación en la capital de España.
Madrid podría convertirse en la gran referencia de los ultras del continente: de hecho, ya demostró su músculo, consiguiendo un tercio de los municipios de la región en las pasadas elecciones. Rahola argumenta las razones del éxito de VOX: ¿"Por qué Madrid? Porque tiene más de 630.000 funcionarios, muchos de los cuales son policías, guardias civiles, etcétera. Se sabe que hay un número altísimo de votantes de extrema derecha entre ellos. También el hecho de que el relato de España se fundamenta en unos principios reaccionarios de corte imperialista que desprecia naciones y culturas de los demás". Su impacto es la envidia de sus homólogos europeos: "en Francia la ultraderecha tiene un 25% del voto, pero en París sólo llega al 5. Pasa lo mismo en otros países: Alemania, Austria. Pero en las grandes ciudades es muy irrelevante". No así en Madrid, plaza fuerte "de la Internacional fascista. Desde aquí irradiará poder, influencia y capacidad de relato". Ayuso estremece, pero sus compañeros de viaje todavía más: "el fascismo europeo se asentará en la capital del Reino de España y consolidará el futuro".