Hubo un tiempo donde Pilar Rahola y Francisco Marhuenda coincidieron en un estudio de radio. El locutorio de El món a RAC1 era testigo los lunes de hace unas cuantas temporadas de un cuerpo a cuerpo entre la escritora y el director del diario La Razón donde Jordi Basté se las tenía y se las deseaba para que la sangre no llegara al río. Incluso el periodista catalán se marchó de la tertulia indignado, acción a la que respondió Rahola dejándole las cosas bien claras: ""yo encantada de que venga, porque todavía hay una pregunta -¿Qué demonios pasa a su redacción, Paco?- que no ha respondido. Por tanto, estaré encantada de que venga a ver si me la responde. ¿Y si no viene? Estaremos igual de contentos. No estoy nada triste, estoy la mar de tranquila".

RAC1

Afortunadamente para la escritora, y para muchos oyentes hartos de la bilis que suelta Marhuenda por la boca, este dejó de intervenir en la tertulia. Eso no quiere decir que desde su despacho en el diario que dirige o desde los platós de Telecinco o La Sexta, no haya continuado con una operación de acoso y derribo del independentismo, al precio que sea. Pero hay veces que Marhuenda atraviesa todas las líneas rojas. Y ya es mucho decir eso, tratándose de alguien como él que hace tiempo que se quedó sin tinta roja. Pero la portada de este sábado de La Razón se supera. Y no por darle tanto espacio a alguien como Rocío Monasterio, foto incluida, dejando vislumbrar sus fantasías erótico-festivas en el Congreso ("El político más atractivo es Errejón").

El titular sobre que "La Guardia Civil en Catalunya: 'Ya es peor que el País Vasco'" en la línea de las fantasías sesgadas de Carlos Carrizosa y compañía, es de las que tendría que ser estudiada a las facultades de periodismo para saber qué es basura y qué no. Pero una basura peligrosa, de las que deja un rastro tóxico y corrosivo. Y Pilar Rahola por aquí no pasa. Ni ella ni nadie con dos dedos de juicio. Mezclar la situación que se pueda estar viviendo en Catalunya con cualquier referencia al terrorismo de ETA es de una ignominia asquerosa:

Recibe Marhuenda y recibe el ABC. Y no sólo por su parte:

Desgraciadamente, la frase de la Pilar se queda corta. Marhuenda no tiene ("puta") vergüenza. Ni la tendrá. Preparémonos para más portadas vomitivas.