El calendario quizás engaña, pero la realidad no: estamos en plena primavera pero ya tenemos el clásico culebrón o serpiente informativa de verano. Un caso grave, lamentable y sintomático de la calidad democrática del reino de España, el conocido como CatalanGate. El Estado se ha puesto las botas infectando los terminales móviles de decenas de independentistas catalanes, desde las máximas autoridades del país hasta ciudadanos vulgaris que han cometido un pecado venial: no comulgar con la sacrosanta unidad de España. Por lo tanto, Pegasus al canto, espionaje a full y leña al mono. Tanto que cuando todo se ha destapado y los han enganchado con el carrito del helado se han perdido en un festival de mentiras y explicaciones absolutamente inverosímiles, impropias de un país de la Unión Europea. Pilar Rahola lo describía muy bien hace unos días: "Una monarquía bananera".

La escritora no pierde detalle del desarrollo de esta historia, que está alcanzando un grado de degradación institucional mayúsculo. La estrategia españolista parece clara: mentir, crear confusión, dar 67 versiones del mismo tema en dos semanas, y esperar a que si cuela, cuela. "Mentiras, mentiras, mentiras... y alguna certeza", dice Pilar en el nuevo vídeo de 'Paraula de Rahola' que analiza las novedades en torno al escándalo. "Sabemos que nos mienten a la cara y sin despeinarse". No es una percepción, lo demuestra con contundencia.

Margarita Robles, ministra de Defensa / EFE

Rahola tiene la lista de falacias actualizada, cuando menos hasta el momento de grabar el vídeo. "Hay 5 mentiras evidentes, pero vendrán más. La mentira es la base de su actuación política y represiva". Por ejemplo, cuando la directora del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban, explicó que "sólo habían espiado con aval judicial a 18 personas. No es cierto: saben que la información de CitizenLab habla de 66, pero también que hay muchos más afectados". Una de ellas, la propia Pilar. Mentira porque "en los próximos días se conocerán más nombres y más personas. O sea que perdone, señora Paz Esteban, eso ha sido un espionaje masivo. Y además contra presidentes de la Generalitat, líderes máximos votados por la ciudadanía". U otra, aquello de "¡no sabíamos nada!". El presidente Pedro Sánchez y la ministra de Defensa Margarita Robles reciben y de lo lindo: "Es imposible: por mandato protocolario el CNI tiene que informar permanentemente. Y en un caso tan clamoroso como este, espiando a un presidente de la Generalitat, teniendo en cuenta que una parte del independentismo da apoyo a Sánchez, es absolutamente inviable. Pedro Sánchez lo sabía. Sabía que estaban espiando los mismos con los que se reunían en la mesa de diálogo". La frase con la que remata es genial: "Diálogo, diálogo, y mientras tanto te espío".

La directora del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban / EFE

Más mentiras: "Daremos explicaciones". Pilar rechaza que esto que están haciendo sea ofrecer ninguna que sea creíble: "No desclasifican la información que tienen, no quieren explicar. No tienen manera de justificarlo. Harán lo mismo que siempre hace Pedro Sánchez: ir liándonos, retórica, palabras que suenan bien, como muy progres... y mientras tanto, esperar que pase el chaparrón. Poco a poco, día a día, cal viva, cal viva para tapar la mierda, la putrefacción". Pasa lo mismo con el anuncio de depuración de responsabilidades. Cortarle la cabeza a alguien muy relevante. Vaya, Paz Esteban. Atentos a lo que dice Rahola: "Estaba a punto de jubilarse. Ya no es una pieza clave, probablemente ella misma ha puesto la cabeza y le ha dicho "presidente, lo que haga falta". Después ya lo arreglarán, el Estado tiene mucho maneras de beneficiarte una vez le has hecho un favor a la patria española". No tocarán piezas claves, mejor una funcionaria que ya se largaba. "No, Pedro Sánchez: esto no corta nada, no es ningún cortafuego. La cabeza de la señora Esteban es pecatta minuta, porque son ustedes los que han espiado. La vergüenza son ustedes".

Pere Aragonès saluda a Pedro Sánchez en Barceloba / Sergi Alcàzar

Una mentira más, pero que en este caso afecta a los socios de gobierno del PSOE: a Podemos: "No son capaces de mover ni un solo hilo para hacer caer a un ministro. ¿Pero no son aliados naturales del señor Sánchez? ¿No es un gobierno de coalición? ¿No pueden conseguir con este escándalo internacional ni la dimisión de un ministro?". Como la respuesta es clarísima, los sentencia: "Sois el hazmerreír, una broma. Mucho hablar de hacer caer el régimen del 78 y sois los primeros que lo apuntaláis. Sois la costra del régimen".

Ione Belarra, de Podemos / Europa Press

Después de desmontar las trampas de Moncloa, la autora revela las dos certezas que destila todo esto. Mejor dicho, tres. La primera, "que los catalanes estamos bajo sospecha permanente. Cuando nos portamos un poco bien nos cepillan el lomo. Pero a la que alzamos un poco la voz, represión, menosprecio, espionaje, judicialización... España considera que Catalunya es una colonia que hay que vigilar estrechamente y tener absolutamente controlada". La segunda, que "muchos de los que tendrían algo que decir, el mundo progresista, tanto el intelectual, el civil, como también el político, se lo tragará". Un mensaje que hace extensivo a Esquerra Republicana de Catalunya.

No podemos dejar de lado la tercera y última, la más dura de todas: "CatalanGate, una patita más de una España putrefacta".