Pilar Rahola empieza la semana en su canal de YouTube azotando al estado español y su trilerismo, "ahora tenéis el aeropuerto, ahora no lo tenéis, ahora viene Pedro Sánchez a la mesa de diálogo, ahora no viene". Trilerismo que compaginan con la habitual represión, "forzando sus propias leyes para asustar a la ciudadanía". La escritora lo tilda de "tomadura de pelo constante. ¿Una caña para pescar? Ni nos dan el pescado y nos están birlando la caña". ¿El último ejemplo de represión? A raíz de la activista independentista Tamara Carrasco.
"No han tenido suficiente con tenerla dos años encerrada en su villa, sin ni poder visitar a la madre enferma en el pueblo del lado, que ahora que la exculparon, la Fiscalía la quiere llevar a la prisión durante 8 meses". Una nueva muestra de una justicia represiva ideológicamente, sino también, "vengativa, que quieren el castigo y la humillación". Con todo, la reflexión de Rahola post-Diada incluye un primer punto incontestable: "Ha sido un éxito que nos ha sorprendido a los que pensábamos que valía la pena salir a la calle, pero que no iría bien" a pesar de los números de Batlle de asistencia en las calles de Barcelona según la guardia urbana: "¡Basta de mentir! ¿No saben contar? Ya está bien"!.
Rahola emplaza a los dirigentes políticos catalanes a tener una serie de cosas claras. Primera: "Los ciudadanos están movilizados". Segunda: "Después del éxito, la Asamblea Nacional volverá a reorganizarse territorialmente". Y tercera: "La vía unilateral es la única vía posible. Podemos ir a mesas de diálogos, pero tenemos que preparar otro 1 de octubre. No cederemos":
Pilar Rahola, más imprescindible que nunca.