Continúan los intentos torpes y nada disimulados por parte del estado de querer maquillar "la antipatía profunda que una inmensa mayoría de catalanes tienen por el reyezuelo borbón", como dice Pilar Rahola en su última e imprescindible reflexión en el Palabra de Rahola. ¿Cómo? "Preparando la nueva venida de Felipe VI a Barcelona". Pero antes, quien ha estado "como Pedro por su casa" ha sido Pedro Sánchez.

El balance de la visita del presidente del Gobierno a Barcelona "ha sido tan humillante, tan indignante para el independentismo que el hecho de que no hacemos una severa autocrítica quiere decir que estamos un poco jodidos". Y a los hechos se remite: "Ninguneando sobre si iría o no a la mesa de diálogo y viniendo finalmente, pero imponiendo quien podía ir o no a la mesa (y por desgracia, Esquerra aceptándolo)". La escritora, sin embargo, lamenta otra "humillación: es tan importante la reunión que no va, se va a tomar un café con Illa". Por no hablar de 1.700 millones "que estaban y ya no" para ampliar el aeropuerto del Prat.

Salvador Illa y Pedro Sánchez, tomando un café mientras se producía la mesa de diálogo / Europa Press

Rahola, durísima, lamenta que aquí "todos a callar, y mientras tanto, preparando la visitita del Borbón, porque ya estamos domesticados, callados, adiestrados". La escritora hace una reflexión dirigida al independentismo: España sabe mucho de dominar y reprimir. Pero esta vez nos hemos hecho daño, nos han hecho herida. ¿Aceptaremos este tipo de humillaciones? ¿La mesa de diálogo la marca Sánchez? ¿Puede venir Pedro Sánchez a Barcelona, despreciarnos y que todavía le ríamos las gracias?". Preguntas duras de responder. "Estamos siendo humillados y estamos perdiendo la dignidad".