"De indecencia en indecencia y ve sumando". Como si fuera el juego de la oca. Pero Pilar Rahola no está para juegos. Ni para aguantar según qué. O en este caso, según quién. Un Pedro Sánchez que ha venido a Barcelona autoproclamándose salvador y patrón de las buenas causas. Pero a la escritora, el presidente socialista no le vende historias: "Aprovecha los indultos para hacer propaganda de bajo techo, aprovechando el dolor de la gente que hay en la prisión y la obligación que tiene de dar los indultos. Basta de heoricidad, no nos vendan motos", dice en un nuevo e imprescindible Palabra de Rahola. Europa está a punto de sacar las vergüenzas a España y Sánchez "necesita alejarse de Vox y peperos, no porque no avale la represión. Si tiene que dar los indultos, los da y calla, pero venir al Liceo ¿a venderle qué a los catalanes"?. Ni mesa de diálogo convocada, ni hablar de autodeterminación, ningún proyecto para Catalunya, gobernando un país "que nos expolia fiscalmente y en infraestructuras"... Las indecencias de Sánchez no acaban aquí: "Apropiarse de un poema de Martí y Pol dedicado a la esperanza del pueblo catalán para intentar validar su política...". Rahola no olvida, sin embargo, el papel penoso de las élites catalanas, "que han ido a hacer el lamemanos y la pleitesia, la servidumbre a los poderes fácticos españoles".