Hoy, 16 de noviembre, es un día histórico para las relaciones Catalunya - España. El independentismo ha elegido quién será el presidente español: Pedro Sánchez. Y lo ha hecho por primera vez a cambio de medidas realmente revolucionarias. No traspasar el tráfico a los Mossos o suprimir los gobernadores civiles. Es la amnistía y la autodeterminación. Nunca como ahora se había unido la voluntad mayoritaria de los catalanes en torno a un pacto de investidura que supone un cambio de paradigma. Es un día importante: los ultras a la cueva y Sánchez, condicionado. Pero ¿es un día feliz para Catalunya? Pilar Rahola, analista de todo este proceso y conocedora de las entrañas del pacto, lo tiene claro: "Hoy para Catalunya no es un día de felicidad sino de expectación". Palabra de Rahola. Vídeo:
Pilar Rahola: "No hay alegría en las filas independentistas por la investidura de hoy y no puede haberla. Ni siquiera, obviamente, para aquellos que han decidido, por un acto de madurez política o de convicción, que se firme un buen pacto para avalar la investidura. Pero tampoco veo que estén aplaudiendo o que estén muy contentos. Esta investidura, la de Pedro Sánchez, no es nla uestra dado que venimos de una larga historia de actitudes del Partido Socialista contrarias a los derechos nacionales de Catalunya, además de avalador de la represión a partir del primero de octubre. Y también sabemos del largo historial de mentiras y de estafas, de embaucamientos que nos ha hecho el Partido Socialista. Es evidente que hoy investir a Pedro Sánchez se tiene que hacer con la nariz tapada. Que creo que es como lo han hecho, los de Junts seguro, y supongo que también los de Esquerra, aunque Rufián parecía más entusiasmado. En cualquier caso, es igual. Hoy no es un buen día para el independentismo. Otra cosa es que quizás tampoco es un día malo".
Rahola responde a la gran pregunta que se hace Catalunya: Y ahora, qué. "A partir de ahora, más que contentos por la investidura, lo que tenemos que estar es expectantes. Se ha llegado a unos acuerdos que parecen enormemente importantes, pero solo lo parecen. Solo lo podemos decir con el verbo parecer delante. Dependerá de lo que pase a partir de ahora. Si lo que pasa es lo que tiene que pasar, si después de cómo Míriam Nogueras zurró duramente a Sánchez diciéndole 'Poca broma ¿Usted está jugando, eh'? Y él, no sé si lo vieron, cabizbajo fue y habló de negociación y de conflicto, y rectificó. Se enmendó él mismo respecto a lo que había dicho en el primer discurso. Si cuando Sánchez dice pienso cumplir todo el acuerdo va a misa, entonces estaremos ante una situación que puede ser muy importante. Si se incumple, no será así. Por lo tanto, ¿una investidura de alegría? No. De expectación. Se ha decidido que se iba hacia allí. Lo han decidido los partidos que podían avalarlo. Junts, el president Puigdemont, cree que el pacto que han hecho es un pacto muy bien sujetado. Lo veremos en los próximos días porque los días que vienen tienen que pasar cosas".
Rahola analiza la situación: "De momento lo que hemos hecho es pactar la amnistía a centenares de personas que han sido represaliadas políticamente. Y la amnistía, según el texto, no es un perdón, es una tabla rasa y una enmienda a la represión. En realidad se está enmendando al mismo rey en su discurso del 3 de octubre y a los jueces que enviaron a la prisión dirigentes políticos y que tienen a otros en el exilio, o a todos los ciudadanos que fueron judicializados. Es una enmienda a la represión judicial y eso es enormemente importante. Y eso ha pasado. Pero obviamente, eso solo sería el preámbulo de lo que tiene que ser un pacto que va mucho más allá. Lo que tenemos a partir de ahora es una mesa de negociación que se hará en sede internacional, probablemente Ginebra, con unos mediadores internacionales que, cuando se sepan los nombres, estallará la calle no ya Ferraz sino por todas las Españas, porque son de enorme solvencia si se mantienen las previsiones. Y por lo tanto habrá unas reuniones, antes de que acabe el mes ya tendrán la primera donde se abrirán todas las carpetas importantes del conflicto catalán. Aquí no hablaremos de si Rodalies o un tren. Aquí hablaremos de la financiación abriéndolo en canal, de las infraestructuras y de todo aquello que se nos ha estafado. De la lengua, abierta en canal. Y de cómo votaremos los catalanes nuestro derecho a la autodeterminación. Y eso está firmado y sellado. Obviamente, a una mesa de negociación se va con las posturas confrontadas, pero el pacto dice que se tiene que adelantar con todas ellas".
Sobre la reacción histérica de la derecha y la ultraderecha españolas: "Si hasta ahora, solo hablando de una amnistía de la cual ni siquiera conocíamos los términos, ya ha sido la revolución de todos, de toda la caverna española, que está absolutamente desmesurada e histérica y que seguramente irá a peor con todos los grupúsculos fascistas y nazis activando en la calle, no imagino qué pasará cuando se sepan los nombres de los mediadores, cuando se haga la primera reunión en sede internacional y cuando en aquella reunión ya se hable de cuáles son los temas que se tratarán. Si eso pasa como lo estoy explicando la expectación se puede convertir en esperanza y muy notable. Es decir, es muy posible que Pedro Sánchez, que no cree en nada de todo eso, ya lo sabemos y que no es confiable ante una España oscura, cada vez más levantada, que será presidente con gallegos independentistas, vascos independentistas y catalanes independentistas, es muy posible que tenga que asumir el relato de cambiar de paradigma respeto al caso territorial, los problemas territoriales y el conflicto catalán. Y si no, la investidura es evidente que le puede reventar en la cara".
"Sánchez, el personaje, es diletante y además ha engañado mucho, pero las circunstancias lo han llevado a firmar un pacto que una de dos: o no es consciente y por eso pronunció aquel primer discurso tan horroroso, o sí que es consciente e intentó hacer comulgar con ruedas de molino a los catalanes. Entonces Míriam Nogueras lo paró y le dijo 'Por aquí no vamos bien'. Y rectificó, se enmendó a sí mismo. Veremos cuál de los Sánchez es el que nos encontramos en la reunión de la mesa de negociación, donde estará el president Puigdemont. No sabemos los socialistas a quién enviarán, pero es evidente que tienen que enviar a alguien de rango superior y el tema catalán se abrirá en canal. Respecto a nuestros intereses, eso es lo que tiene que pasar a toda prisa. Y eso es lo que nos dará el termómetro de si las cosas van bien o no. O si nos han tomado el pelo. Y por el lado español el estómago de la España, de los españoles reaccionarios o directamente fascistas, porque aquí hay de todo, o contrarios a que se toque ni una coma de la sagrada unidad española, reventará las cañerías. La investidura ya está hecha. El inicio será tan convulso como lo ha sido la investidura. Todo eso será muy difícil: la aplicación de la amnistía donde los contrarios pondrán todos los obstáculos, tanto los jueces como los políticos lo llevarán a todas partes y lo intentarán parar. Si conseguimos que todo eso avance, entonces se tendrá que aplicar y tendremos que poner lupa a cada uno de los casos. Habrá un momento culminante que será Llarena-Puigdemont, que es quien lo tendrá que aplicar. Por lo tanto, pueden venir momentos enormemente importantes que romperán en canal las entrañas, las tripas de España. Y por eso son momentos grandes, expectantes. No nos precipitemos y digamos pasado mañana ya estará todo hecho. Se han abierto unas vías que son muy importantes. Veremos qué dan de sí. Y si no dan, entonces Junts tendrá que cumplir con la amenaza y se acaba el pacto. Hoy hemos hecho un trámite desde la desconfianza, desde la falta de empatía, desde los proyectos confrontados. Pero este pacto tiene un recorrido que ahora empezará. Veremos. No estamos contentos, estamos expectantes".